Friday, July 08, 2011

La profundidad del problema

...

Los puntos suspensivos no significan nada en este momento, pero estoy medio fastidiado de usar las frases hechas de siempre para emplear la función fática. Tampoco estoy pensando muy bien en este momento y no se me ocurrió nada mejor que "y bueno..." o cosas por el estilo.

Así pues, va un post nuevecito.

Resulta que ayer hubo una firma de autógrafos en Tepisur (allá, sobre Perriférico, por Six Flags). En realidad hubo dos firmas el mismo día y en el mismo lugar: una de Harry Potter (¡puaj!) y otra de Kojima Hideo (foto; bajada de Wikipedia, pero tomada por Nic Fillingham), creador de obras videojugables como Metal Gear Solid (no es el creador original de la franquicia, pero sí el creador de la misma en su forma actual), Snatchers y Policenauts. Este personaje es un tanto importante en mi vida, pues hizo mi videojuego favorito de toda la vida: Metal Gear Solid para Play Station, allá en 1998. Además, en su honor, bauticé como "Patriots" a los poderes invisibles que nos dominan en la actualidad (es decir, ante quienes responden los líderes mundiales). Mi teoría de los Patriots es más intrincada y no viene al caso, pero baste saber que a Kojima-sama le debo un juegazo y un cacho de mi visión del mundo.

Lo anterior explica (pero no disculpa) mi participación en un evento idolátrico como una firma de autógrafos. En realidad, como experiencia, no tuvo nada nuevo: fue como estar formado para entrar a un concierto en el Circo Volador, sólo que, en lugar de platicar sobre música con los compañeros de cola, platicamos de cosas geeks.

De cualquier manera, lo que nos importa en este momento es cómo un evento, en apariencia tan simple, puede servir para demostrar la profundidad de la estupidez, la indolencia y el contrarrepublicanismo que tienen a esta maquiladora disfrazada de país.

Pues es increíble cómo las cosas pueden estar tan mal a tantos niveles. Aunque quiero aclarar que esta denuncia no es por haberme quedado sin autógrafo, sino por la insensibilidad de los organizadores y la irreflexibilidad de los fans. No sufro por haberme quedado sin la firma de Kojima-sama, pues desde el principio tenía la idea de que era probable quedarme fuera de la jugada por la hora en que podía llegar al lugar del evento. Como trabajo por la mañana, me era imposible de todo punto llegar antes de las 15.30 a Tepisur (Perisur, para los no habituados al spoonerismo), donde se llevaría a cabo la firma. Así pues, sólo fui a intentarlo y reitero que mi queja no es un berrinche de ardido. Entiendo las reglas del juego y sabía a qué me atenía. Peeeeero el problema viene con la bola de culeros que se salen de las reglas, del civismo y del más mínimo sentido de humanidad.

Si nos vamos por orden cronológico, podemos empezar con el fraude del horario. En páginas de Internet, carteles y demás promocionales se decía que la firma de autógrafos sería desde las 17.00 a las 20.00 hrs. Finalmente, a las 19.00 hrs. Kojima ya se había retirado del lugar, lo cual implica un montonal de fans que se quedaron con las ganas de recibir su firma. Esto tiene consecuencias bastante grandes, las cuales abordaremos más abajo.

La segunda cosa es la excecrable práctica del "V.I.P." (es decir, very idiotic people). Hasta donde sé y me pude enterar a partir del fraude de Therion traído por Ekosys (alias Fuckosys) en octubre del año pasado, no es precisamente legal ofrecer "pases V.I.P." en eventos. A menos que el artista, gurú, ídolo de las multitudes, etc., así lo haya permitido o expresado con todas sus letras. Ignoro si Kojima-sama sabía sobre los pases V.I.P. que se ofrecieron para su aparición pública. El caso es que para ganarse este tipo de privilegios, uno suele contestar trivias contra reloj o cosas por el estilo. Pues en este caso, una de las formas "oficiales" (había otra más decente que implicaba fotos y cosplay) para obtener uno de estos mentados pases era llegar al lugar A LAS 08.00 hrs. Imagino que los primeros recibieron su pase y después sólo fue cosa de regresar minutos antes de la hora para pasar primero. El problema es que, por los purititos güevos de alguien, obligaron a algunos a trasladarse desde quién sabe dónde hasta Tepisur (la ubicación tampoco era muy halagüeña) para llegar a una hora en la que la plaza ni siquiera está funcionando realmente. El movimiento en el mall comienza a las 11.00 hrs. Tan temprano lo único que hay abierto son algunos bancos y un par de restaurantes (y creo que ni eso, lo más temprano que he pasado por ahí han sido las 09.00 hrs.).

Así las cosas, supongo que para entretenimiento de un par de enanos emocionales, el reto era estar a las tantas de la mañana en el lugar. Imagínense a qué hora habrá llegado la gente que, para las 08.00 hrs., según testimonios, ya había ochenta y tantas personas. Sepuestamente, si llegabas temprano, aunque no ganaras V.I.P., te daban un numerito para formarte y supongo que con eso ya te podías ir a hacer tarugo por ahí hasta la hora del evento (17.00), semejante a lo que se hace ahora en el Circo Volador, donde llegas con tu boleto el día del concierto, te dan un número y una pulsera y puedes disponer de tu mañana cómodamente hasta una hora antes de la entrada, momento en el cual debes irte a formar según el dígito correspondiente. Quiero pensar que en esta ocasión funcionó igual la mecánica, pero no he tenido confirmación y todavía resta una duda de si tuvieron gente formada durante más de nueve horas.

A continuación, venía la cuestión de la fila. Como se trata de una placita para gente de varo (es decir, hipsters, magnates, ugaldes, milfs y yuppies en su mayoría) y, además de la cosa gamer había también un evento de Harry Potter (como dijo Molotov: "mejor ya no digo / me muero del asco"), la fila frente a la tarima donde iba a estar Kojima-sama sólo albergaba a unas noventa personas más o menos (cuando llegué, escuché que, a uno de los últimos le preguntaban su número y respondía "noventa y tres") y se cortaba: el resto de la fila salía completamente del complejo comercial para acomodarse sobre la banqueta, en Perriférico. Sin embargo, las informaciones del personal de seguridad del lugar no sólo eran inciertas, sino dadas de manera muy desagradable: un débil mental de traje, con chicharito en la oreja, mirándote con condescendencia y hasta diversión por tus esfuerzos por estar con la élite. Mejor un poli del estacionamiento nos supo decir dónde estaba la fila que el esclavo de traje que nomás sabía decir "en el puente rojo", ignorante de que "en" sognifica "sobre" o "dentro", no "debajo", "cerquita" o "por ahí".

Evidentemente, la línea daba la vuelta y llegaba a la parte posterior de Tepisur. Con esto de Aileen, las condiciones de permanencia son obvias: lluvia y frío moderado la mayoría del tiempo, lo cual parece ser una bagatela comparada a los locatarios de la plaza quejándose con el dueño de Tepisur porque la interminable fila de nerds, geeks (yo incluído), dorks, cosplayers, friquis, poseurs y demás fauna, obstruían el acceso a sus tienduchas caras. "El cliente siempre tiene la razón". Pero sólo si tiene varo. Si se trata de un pobretón que busca solamente la firma de alguien que considera importante, entonces está bien dejarlo en la calle bajo la lluvia.

Pero bueno, como sea, ¿no? Todo sea por obtener la firma de Kojima-sama. Ajá... A eso de las 18.00 hrs. todavía no avanzábamos la gran cosa y a eso de las 19.00 la fila comenzó a moverse más fluidamente (estamos hablando de más de 1,500 personas, fácil). A las 19.40 la fila se movió con velocidad esperanzante y, como se había advertido que sólo se permitiría firmar un artículo por cráneo, pues todos dijimos "En 20 minutos sí llegamos." En efecto, a eso de las 19.50 ya estábamos dentro de la plaza a tiro de lanza de la tarima.

Y entonces sucedió.

Un compañero de fila se adelantó para juntar información y, ¡AH, QUÉ LA MIERDA!, ya no había nada... DESDE LAS 19.00 HRS. La fila todavía estaba ordenadamente formada, muchos todavía temblorosos por lo inminente del encuentro con Kojima, pero ya no había nadie en la tarima. ¿A quién le avisaron que mejor se fuera a su casa? Al pobre diablo que estaba formado después del último privilegiado que pudo pasar a que le firmaran su memorabilia. Imagínense la decepción, el coraje, la tristeza de este proverbial amigo; la neta no se lo deseo a nadie. Como es de esperarse, nadie se enteró de que el evento había terminado 70 minutos antes y todos seguíamos muy monos, formaditos con la idea de llegar muy pronto.

La siguiente mamada era preguntarle a los esclavos de traje si era un receso o algo para que, con su puta mueca burlona y arrogante, dijeran que no, que se había terminado desde hacía rato. Sólo quedaban en la tarima los edecanes de Konami, un sexteto de "niños bonitos" todos vestidos de blanco y con el logo de Konami en sus playeras. Estos pendejos, cuando les preguntabas qué estaba pasando, sin quitar la mirada de lo que estaban haciendo (abrir una botella de agua o un refresco de lata), te contestaban con desgano, valiéndoles reverenda verga y bromeando entre ellos, sin prestar un mínimo de respeto a quien les preguntaba, con toda la cordialidad, cómo estaba la movida.

Así, todo podría parecer una pifia por cosas de las autoridades, sin mebargo, no fue sólo así. También los fans, la gente que asistió al asunto, también hicieron despliegue de la locura, marca de estos tiempos, causa de que las cosas vayan como van.

Primero, al parecer, hay una competencia de vanidades entre las llamadas subculturas. Todo evento público se vuelve una manera de presumir que algún bípedo es el más grande fan de algo. Esto ya da de qué hablar, pues la idolización por sí sola habla de una falta de independencia intelectual de por sí. Si le sumamos la vanidad, tenemos como resultado una bola de impertinentes con ínfulas de ser superior porque llevan a firmar un objeto "impresionante" (como por ejemplo la caja de una edición especial de Metal Gear Solid 4. Guns of the Patriots), pero de color negro cuando la tinta del plumón con el que se hará la firma es de color negro (duh). Mejor aún era la bola de sandios que, mientras esperaban, no paraban de jugar con su Nintendo 3DS, lo cual habla de su habilidad para tirar el dinero, pues el dichoso portátil cuesta alrededor de 5,000 pesares... Y no hay ni un puñado de juegos decentes. Sí, ya sé que ya salió Zelda, pero es un refrito de Ocarina of time en 3D. Si consideramos que el aparatejo cuesta 5k y el precio en "canales oficiales" del juego es de $799.00, ya nos podemos ir haciendo una idea de cómo se van sumando las cosas (autoridades y pueblo) para darnos como resultado la repúbica bananera en que vivimos. Pero eso sí: el 3DS es un símbolo de status, así que no tiene precio salir a presumir tu precioso gadget y hacer que todos se mueran de envidia porque ellos no lo tienen. En mi caso, lo único que prueba es pendejez (más o menos como quienes compran productos de Apple), pero bueno... Este párrafo puede sonar fundamentalista, pero la conclusión vendrá más abajo.

Segundo, rondando la firma se encontraban un tal Renzo y un tal Akira. El primer fulano trabajó en la revista Atomix y ahora trabaja en Sony o algo así. El segundo también estuvo en Atomix. El punto es que cuando estos dos salieron a filmar la enorme fila (acompañados por un tercero que no me acuerdo cómo le dicen), todo mundo se puso como si hubiera un gallo en el gallinero. Les pedían fotos, autógrafos y demás cosas como si fueran Kojima. Háganme el favor. Entiendo que la gente en general sea insegura, apocada, infantilizada y necesite héroes y figuras paternas, pero, ¡por favor, búsquense ídolos que valgan la pena! ¿Qué chingados tienen que hacer adorando a un güey que participó en una de las revistas más pinches en la historia de la prensa de videojuegos mexicana (se pelea el título con la revista Gamers)? Digo, a la mejor que trabaje en Sony sí es un logro, pero, ¿como para adorarlo? No la chinguen. En resumidas cuentas, los fans, estadísticamente, parecen ser unos débiles mentales que tienen como ejemplo seguir a cualquier idiota que tenga un poquito de presencia en algún medio. Por eso nadie toma en serio a los gamers.

Tercero, varios de los presentes no sólo eran gente que conoció Metal Gear Solid gracias a la reedición que se le hizo para Game Cube (bastante chacala de por sí: sólo fue supervisada por el señor Kojima), sino que muchos llevaban a firmar cosas que ni al caso: ¿Smash bros. brawl? ¿En serio? ¿Para que te lo firme Kojima? ¿Nomás porque Solid Snake hace un cameo? Algunos llevaban su Twin snakes... De Player's Choice. Vamos, que había pseudofans que gustan del fenómeno más por moda que por verdadero apego a la obra. Y esos pseudofans le quitaron lugar a otros fans más chonchos (tuve oportunidad de hablar con un par de individuos que sí se merecían el autógrafo de Kojima-sama y por motivos laborales no pudieron llegar temprano). Para no hablar de algunos desgraciados que por azares del destino pasaron temprano por el lugar, se enteraron del evento y se lanzaron a comprar cualquier cosita de Metal Gear Solid en el Gayme Planet de Tepisur para tener algo que les firmaran.

Pero nada de lo anterior se compara a lo que sigue, la santa madre de los crímenes de lesa humanidad: los méndigos hijos de puta que vendían el autógrafo de Kojima-sama afuera de Tepisur.

Esto es el colmo. Hubo un grupúsculo de bestias infrahumanas que llegaron, se formaron a buena hora, les firmaron una postal de las que regalaban en el evento y salieron a venderla a los pobres míseros que, después de las 19.00 hrs., se quedaron sin su autógrafo.

Sí, sé que es difícil de creer, pero sucedió. Es semejante a los revendedores de boletos para conciertos y demás: tienen miles de tarjetas de Bananamex y aprovechan las preventas para comprar los mejores boletos y revenderlos el día del evento. Y también he sabido que lo han hecho con los pases Fila Cero de Telmex. Esta acción no tiene nombre. Es gente que quita lugar a personas verdaderamente interesadas en las cosas. Es gente que abarata, bastardiza aquello que representa asistir a un concierto (o firma de autógrafos, como resulta ser) y poder ver en vivo a nuestros artistas preferidos. Porque simplemente venden los pases al mejor postor, aunque muchas veces ni siquiera sea un verdadero seguidor del fenómeno. Da coraje, que de nuevo, el dinero lo pueda todo y que sea precisamente por dinero que las cosas se hacen como se hacen. Pero aquí sí tienen la culpa las dos partes: el culero que (re)vende y el pendejo que compra, por eso les digo que TODO está mal: las autoridades (organizadoras en este caso específico) y los interesados. El comerciante y el comprador. El médico y el enfermo. Todos están mal. No hay uno que haga lo correcto.

Precisamente por eso nos tratan como nos tratan. Porque nos portamos como bestias. Por eso el 3DS te lo avientan en $5k y los juegos en 800 pelucones. Por eso los organizadores de una firma de autógrafos pueden terminarla una hora antes de lo prometido y no avisarle a nadie. Por eso los juegos y consolas cuestan de 30 a 70% más de lo que cuestan en el gabacho. Por eso nos patean las bolas cada vez que nos dicen que en México no hay una industria seria del videojuego porque los sonsumidores no compran en "canales oficiales" (whatever it means). Por eso las ediciones especiales de videojuegos autorizadas para nuestro pinche país vienen incompletas.

¿Les suena raro lo de las ediciones especiales? La edición especial de God of war 3 traía el juego, una réplica de la Caja de Pandora, un libro de arte, contenido descargable, la banda sonora del juego y un CD con música metalera inspirada en el juego; a 125 USD. Pues la edición especial "autorizada para América Latina" no traía el soundtrack ni el CD y costó $1,900 en "canales oficiales".

Para Metal Gear Solid. Peace Walker hubo tres ediciones especiales y un paquete de accesorios. La Big Boss Edition trae el juego, un PSP-3000 en camuflaje militar, una bolsa especial para llevarlo, una memory stick de 4 Gb y unos códigos para desbloquear contenido a 340 USD. El Entertainment Pack trae el juego, un PSP-3000 en color verde metálico galvanizado, una memory stick de 2 Gb y códigos para desbloquear lo mismo que en la Big Boss Edition y además para bajar la película 2012 de la Play Station Network, a 260 USD. La Collector's Edition trae el juego y un libro de arte, todo en una caja especial ("de lujo" le dicen) por 70 USD. ¿Y en México? En México el Entertainment Pack y el paquete de accesorios no llegaron de manera oficial, la Collector's Edition llegó a $800 y sólo en Gayme Planet. De la Big Boss nos llegó un insulto que se debería haber llamado Big Ho's Edition: juego, PSP en camuflaje y códigos por $4,700 (salvo una semana que hubo descuento de $1,000 en toda la línea PSP, en cuyo caso quedaba en $3,700) y sólo en la tienda Gramers. Así es: ni bolsa NI MEMORY STICK. ¿Dónde carajo se supone que iba uno a guardar su avance? Quién sabe. En word pad, supongo... Faltaba que te lo vendieran sin batería para el PSP o sin el cable de corriente.


De inFAMOUS 2 no hablamos porque no trajeron edición especial oficialmente. Pero eso sí, en Gramers, si haces la preventa, te regalan la mochila que trae la edición especial.

Así pues, la firma de autógrafos de Kojima Hideo en Tepisur me demostró varias cosas: que las autoridades organizadoras son una porquería; que hay demasiados intereses dentro de cualquier cosa; que a la industria del videojuego le valen verga los gamers; que los gamers nos lo merecemos; que la estúpidez no se arredra ante subculturas o aficiones; que todo es puro puto negocio.

Yo, por mi parte, no vuelvo a presentarme, en mi vida, a otra fiesta de idolatría: puros corajes. Aunque más merezco por pendejo: ya sé que el autor no importa; sólo la obra. A ver si así aprendo. Adicionalmente, mando oficialmente a los "canales oficiales" a tomar por culo. Ni uno solo fue capaz de meter mano para organizar el asunto, para mejorar el evento, pero bien que hicieron negocio con él, además de que dan carísimo y con pésimo servicio, nunca traen las preventas a tiempo, no te respetan los precios y, a veces, ni siquiera te respetan la preventa... Y tampoco te respetan como cliente. Me declaro cliente, de ahora en más, del mercado gris: ellos no fallan, tienen mejor catálogo y dan a un precio decoroso (a menos de que sean coleccionables o clásicos; ahí sí sangras donde sea).

Total que en México no se puede hacer bien ni siquiera una pinchurrienta firma de autógrafos. Y la culpa la tienen tanto los organizadores como los fans. ¡Chingao! Difícil la tenemos...

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Thursday, July 07, 2011

Trapos cochinos

Pues bueno, nomás es un update del estado del blog, pues arreglé los viejos berrinches: les quité la ridícula "v" que usaba en vez de "u" y arreglé la ortografía y redacción. Las pendejadas permanecen como evidencia de lo que pensaba hace cuatro años, cuando abrí el blog.

Viendo tanta cosa de hace algunos años me sorprendo de ver, en líneas generales, lo poco que han cambiado de fondo las cosas. Ha habido algunos cambios, pero todos son de refinamiento de opiniones. Por ejemplo, en cuatro años:

  • Dejé de ser demócrata.
  • Mi misantropía evolucionó.
  • Mi puntería mejoró (espero).
  • Soy más ciudadano que antes.
  • Soy más berrinchudo que antes.
  • Redacto mejor.
  • Uso menos barbarismos.

Etc., etc.

Creo, que de alguna manera, algo avancé. Poquito, pero algo. Ya se verá si es cierto o no.

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Tuesday, June 14, 2011

Una peinadita

Ya le cambié el diseño al blog porque, la verdad, estaba horrible la lectura con fondo negro y letras blancas: dolían los ojos. A ver qué tal ahora.

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Demócrata, pero republicano

Quiero empezar esta ocasión por avisar que no entiendo por "demócrata" o "republicano" las estupideces que entienden los politiqueros gringachos. Entiendo, por "demócrata", alguien que cree y tiene confianza en la Democracia. Punto. Es simplista, pero no entraré en discusiones para acotar la definición en este momento. Cierto, no todo el que dice "Viva la democracia" es demócrata: la democracia toma MUCHÍSIMO trabajo y lo que tenemos en México es pura demoscracia (ver post anterior), democracia de opinión, la fase decadente de la Democracia... ¿Ven? Ya me estoy saliendo del tema otra vez. Éste no es el punto ahora.

Regresando al asunto, entiendo por "republicano" a un ciudadano responsable, lo suficientemente educado como para dejar su vida privada en casa y trabajar y defender su vida pública (su vida de Estado, su vida política) sin mezclar una con otra. De nuevo, el concepto es más complejo, pero funciona bajo la lógica del civismo desde cosas tan burdas o triviales como no cruzar un semáforo en rojo, no tomar el autobús donde no hay paradero, pagar impuestos (a regañadientes cuando el poder no se lo merece) pero criticar y hacer cagada al robierno y cositas por el estilo. Sí, dije "robierno" del español "robar" y "gobierno". Adivinen qué significa.

Así pues, mi ideología política es el republicanismo, pero no soy demócrata. No estoy de acuerdo con la idea de la democracia por razones que merecen otro post en este blog, pero que no discutiré ahora. Baste con saber que soy republicano y aristocracista, pero entendiendo la aristocracia no como "nobleza", "heredad", "jet-set" o "elitismo", sino como algo alcanzable (por cualquiera) mediante la razón, la educación, el civismo, el pensamiento crítico (y autocrítico) y teniendo güevos.

El punto es que no soy demócrata (ni socialista). Fin de la cuestión. Sin embargo, me encanta el diálogo con seguidores de todas las posturas políticas. Como terrorista intelectual que soy, veo el conocimiento como una verdadera batalla donde hay que obtener experiencia y buscar quién le pruebe a uno que se equivoca. Sólo así se puede alcanzar un nivel real de conocimiento objetivo y aplicable. Sí, pues, soy dialéctico también. Ni modo.

A lo que voy es que, viendo la película Sicko (Michael Moore,
2007) por enésima vez, por fin me di a la tarea de transcribir algo que dijo ahí Tony Benn, exministro inglés y presidente de la Stop the War Coalition. El señor Benn es demócrata de hueso colorado, pero no es socialista (por si se les ocurre después de leer esto) y resulta, al parecer, que es el segundo político más popular de la historia moderna de Inglaterra.

Güeno, ps sin más prefacios, va lo que dijo este señorón (la foto me la volé de Wikipedia, crédito a quien la haya subido originalmente), demócrata, pero republicano. Pongan atención:

"If you can find money to kill people, you can find money to help people. [...] And this idea of choice which capital talks about all the time, «you've got to have a choice»: choice depends on the freedom to choose. And if you're shackled with debt, you don't have a freedom to choose. [...] The people in debt become hopeless, and hopeless people don't vote. So they say everyone should vote, but I think if the poor in Britain or the United States turned out and voted for people representing their interests, there will be a real democratic revolution. So they [the powers that be] don't want it to happen. So [they're] keeping people hopeless and pesimistic. See, I think there are two ways in which people are controlled: first to frighten people, and secondly, demoralize them. An educated, healthy and confident nation is harder to govern. The top 1% of the world's population have 80% of the world's wealth. It's incredible that people put up with it, but they're poor, they're demoralized, they're frightened. And therefore they think perhaps the safest thing to do is take orders and hope for the best."

Esto lo subí, en cachitos muy pequeños, al Twatter (@ForfexSceleris), pero creo que se lee mejor en un solo golpe (bueno, entre comillas, al ratito le cambio el fondo al blog, porque le verdad, duelen los ojos de leer esta cosa) y estoy convencido de que vale muchísimo la pena. Hago la misma propuesta que lancé en Twatter: "¿Qué les parece si nos vovlemos una nación difícil de gobernar?" Pues empecemos por educarnos, camaradas. Por una República verdadera, nada de repúbicas bananeras. Sí, "repúbicas"; del español "república" y "pubis": especie de nación donde toda la política es un obsceno baile pélvico.

¿Qué podemos perder? ¿No que muy machos?

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Friday, May 20, 2011

El que sabe, sabe...

Pues resulta que estaba checando las noticias en Internecio y me topé con el movimiento español "¡Democracia real ya!", llamado 15-M (porque comenzó el 15 de mayo, duh), una bolototota de gachupines encabronados con el FMI, la corrupción, la crisis y sobre todo con la demoscracia (sí, "demoscracia", del griego δῆμος, "déèmos" [pueblo], más κράτος "krátos" [fuerza, en el sentido de "güevos", "dominio", "te parto tu madre"] y el español "mosca": dícese de la democracia de opinión, es decir, la fase decadente de la Democracia).

Y bueno, la verdad es que el 15-M es buen movimiento, semejante a lo que hacen aquí en México los de No + Sangre, Paz con Justicia y Dignidad o los harbanos del mundo árabe, que en los últimos meses han hecho sudar a los Poderes.

Sin embargo, como siempre, los reaccionarios salen a demostrar (sin que nadie se lo pida, eso sí: tienen vocación e iniciativa) lo bestias que son: un tal César Vidal salió a tachar a los 15-M de "perroflautas" y de tener vínculos con ETA. Incluso dijo que una rama juvenil de ETA los había entrenado en guerrilla urbana... Ahora resulta que las manifestaciones son una forma de guerrilla urbana. Bueno, peor nos las hemos visto con la deforma a la Ley de Seguridad Nacional, W.C. Belcebush y su Acta Patriótica, etc.

Sin embargo, no deja de llamar la atención el tarado que dijo semejantes soplapolleces (para mantener el tono español de este delicado asunto). Resulta que César Vidal es un periodista y "escritor" de cierta envergadura (no es albur, así se dice, bola de malpensados). Se supone que tiene Doctorados en Filosofía, Historia y Teología. Tiene programas de radio y es bastante activo en el sector político conservador de España (incluso lo señalan como "ideólogo" de la derecha española). Bueno, bueno, la cuestión es que este nombre ya me lo había yo topado (para mi desgracia) antes...

Resulta que en mi penúltimo semestre en la Licenciatura, elegí leer un libro de este amiguito (es un decir) porque me llamó la atención y era una de las opciones de lectura obligatoria de la materia (afortunadamente no había que leerlo a él a güevo, pero mi gusto me jugó una mala pasada): El médico del sultán. Me llamó la atención no por el puro nombre, sino porque tenía como protagonista a un tal Maimónides, alias Moshe ben Maymūn (משה בן מימן), alias, Rambam (רמב"ם), alias "Papá Maimónides", un filósofo cordobés judío (1135-1204 d.C.) que es considerado, a la fecha, como el rabino más grande en la historia de los judíos.

El punto es que soy un gran seguidor (pagano, por supuesto) de su pensamiento. Además, en la novela salía un tal Ṣalāḥu ad-Dīnu Yūsufun ʾibnu ʾayyūbi (صلاح الدين يوسف ابن أيوب), alias Saladino, pa' los cuates. Otro de los que considero un gran ejemplo como líder (militar sobre todo) junto con Λεωνίδας (Leónidas, hombre), Μέγας Ἀλέξανδρος (Alejando Magno, pues) y Činggis Xaan (no sé escribir en mongol, lo siento; chequen la imagen).

Así las cosas, elegí ese librucho (El médico del sultán) del susodicho César Vidal porque hablaba de dos personajes importantes en mi vida (Maimónides y Saladino) y, sinceramente, las credenciales del autor me impresionaron. El resultado de la lectura (y mi base para decir que César Vidal es un pendejo) fue el siguiente (disfrútenlo con leche):

"CÉSAR VIDAL, El médico del sultán, Grijalbo, México, 2005, 255 pp.

Quiero comenzar diciendo que no tengo nada contra la llamada “novela histórica”. Me parece que el término está mal empleado, pero no tengo problema alguno con este tipo de obras: cualquier texto bien hecho puede ser literario (es decir, arte) sin importar sus pretensiones. Aclaro para evitar parecer detractor de esta manifestación particular de literatura con lo que diré más abajo. Tener problemas con un autor o los seguidores de un género literario no significa tener problemas con el género completo.

El texto en cuestión es una muestra más de un texto pretendidamente literario que no pasa de ser un producto disfrazado de novela histórica para consumo de la masa. Antes de entrar bien en el texto todo suena muy bien: una novela histórica situada en el siglo XII siguiendo veinte años (de los 32 a los 52) en la vida del gran sabio y filósofo judio (según su nombre en árabe) ʾabū ʿimrānu Mūsà binu Maymūnu binu ʿubayd al-Lāhu al-Qurṭubī (أبو عمران موسى بن ميمون بن عبيد الله القرظبي), “Maimónides” (1135, Córdoba, España – 1204, Fustat, Egipto), escrita por un doctor en Filosofía, Teología e Historia que además es miembro de asociaciones como la American Society of Oriental Research y el Oriental Institute of Chicago tiene todo para ser una gran novela, ¿no? Pues no necesariamente y en este caso es todo lo contrario.

El texto está dividido en dos partes: “El libro de la sabiduría frágil” y “El libro de la sabiduría perpetua” con 25 capítulos el primero, 15 el segundo y algunos extractos directamente de la obra original de Maimónides intercalados al final de varios de los capítulos que funcionan a manera de epígrafes para el capítulo siguiente y para el núcleo narrativo siguiente. De cierta manera, los epígrafes sirven como hilo temático y van guiando la narración a veces de manera directa.

El texto nos presenta un narrador protagonista en la voz de Maimónides mismo con un tiempo (ya se dijo) de 20 años, pero presentado en zig-zag mediante el uso de analepsis (flash-backs, retrospectivas): la historia comienza en 1187, cuando Moisés tenía 52 años (hacia el final de su vida) y hay constantes regresiones a 1167 y subsiguientes, cuando tenía 32. Los espacios en que se desarrollan las acciones son principalmente dos: Fustat, Egipto y Jerusalén, Palestina.

El personaje principal es, como establecimos arriba, Maimónides con intervenciones de su hermano David Ibn Ubayd (sic, personaje secundario), Sara, su esposa, Zutte (secundario por un rato), y, muy especialmente, Saladino como principal personaje secundario. La trama es simple: cómo Maimónides, exiliado de Córdoba se estableció finalmente en Fustat y ahí comenzó a obtener fama y posición como médico hasta el grado de ser reclutado por Saladino mismo para acompañar en calidad de médico de guerra a la reconquista de Jerusalén. Hay pequeños guiños a la Mišneh Tōrah, obra maestra de Maimónides y que en este texto pasa a un segundo lugar ante el discurso judaizante.

En cuanto al discurso, éste es el tercer gran problema del texto (del primero y segundo hablaremos más abajo). La construcción del discurso está plagada de figuras patéticas (en el sentido puramente retórico del término) que buscan la inclinación del lector a una tesis tendenciosa y bastante choteada ya: el “Pobrecitos judíos, cómo han sufrido a manos de seres viles varios, especialmente los monstruosos árabes misóginos y represores, bestias furibundas destructores de todo lo no musulmán”. Esto se nota, principalmente, en las acciones de los islámicos del texto contra los judíos ahí aparecidos (maltratos infantiles, represión, etc.) y en el registro lingüístico utilizado tanto en las descripciones de los islámicos como en sus intervenciones discursivas (v. gr.: p. 184, donde se dice que la intención de Saladino era “aplastar y humillar”, -no le bastaba con derrotar, pues-; también en pp. 191, 192, 197-200, 210, 222 y muchísimos desde p. 40).

En cuanto a figuras retóricas, dentro de las que no apuntan al discurso patético, la mayoría son un montón de clichés amorosos o cosmológicos en forma de símil (p. 77) o como simple construcción de cursilería amorosa (pp. 96, 101, 135-137, etc., etc.). Las únicas dos metáforas realmente fuertes, realmente artísticas (pp. 50 y 106) son debilitadas hasta la destrucción al ser explicadas en aras de que el público masificado a quien va dirigido el texto no se molesten en esforzarse para comprenderlas. Finalmente, para dar una idea de verosimilitud y de indigenismo, el discurso está salpicado de arabismos y hebraísmos mal transliterados, otra vez, a favor de una mayor difusión. En conclusión, el discurso plasma una visión martírica del mundo judaísta ya vista con demasía en muchos otros lados.

El segundo gran problema del texto está al nivel de los personajes. Primero, nos presenta a un Maimónides infantilizado hasta la ridiculez, incapaz no sólo de comprender a una cultura prima (en el sentido de que judíos e islámicos son primos) a la suya, sino, peor aún, sin deseo alguno de comprenderla. Maimónides aparece como un personaje débil y pusilánime que está parado entre la barbarie con los sentidos embotados por tanta bestialidad sin atinar a hacer algo al respecto y sin poder entender lo sucedido. ¿Y la sabiduría tremenda y la formidable comprensión que ben Maymun tenía no sólo del ser, sino de ambas culturas, judaísmo e Islam? Por el otro lado encontramos a Saladino como otro personaje débil (en el mismo sentido que Rambam: que actúa por pasión, sin toma de conciencia alguna, como decía Todorov), pero frenético, avaricioso, sádico y sanguinario. ¿Dónde quedó el gran Saladino estratega del que Sūnzǐ hubiera estado orgullosísimo? ¿Y el gran líder piadoso Saladino de quien incluso la Iglesia medieval dijo ser increíble tanta sabiduría y misericordia en un alma infiel?

Podría argumentarse que, al ser un texto literario, no tiene por qué presentar al Maimónides o al Saladino reales, pero este es su primer gran problema: su pretensión de verdad. La “nota del autor” aparecida al final del texto y el curriculum del autor puesto como tarjeta de presentación del libro para apantallar y propiciar la compra del objeto (además de la denominación “novela histórica”) son lo que más lapida la obra misma. Poner a Maimónides como narrador protagonista fue el clavo final en el ataúd de este texto que nació muerto. Los epígrafes especialmente seleccionados serían un gran aporte a la literariedad del texto si no estuvieran descontextualizadas y utilizadas de manera tramposa para sustentar el discurso patético y casi gritarnos: “Maimónides dijo esto. Le caían mal los árabes y denunciaba sus monstruosidades.”

La historia del Islam es demasiado compleja como para encajarla a golpe y porrazo en prejuicios diciendo cómo todos los árabes (no islámicos, ojo, en el texto jamás hay distinción entre sunna, šīʿa, árabe, kurdo, almohade, almorávide, egipcio ni nada) son una bola de talibanes intolerantes... Un doctor orientalista lo sabría.

Este libro me hizo recordar aquella máxima que reza “no juzgues a un libro por su cubierta” y de hecho, la ha ampliado a “sus cubiertas (en plural) ni por sus solapas.” Al final, lo único que vale la pena son los extractos de la obra de Maimónides, pero sin tomar en cuenta el resto del texto. Me preguntaba, ¿será César Vidal un español resentido con los árabes como los mexicanos con los españoles? ¿Será judío? ¿Ambas? Hace poco me enteré de que no es judío..."

Y ya. Ahora que lo veo, la reseña no está tan profesional como debería, pero bueno... Tampoco es que el librajo diera para aplicar muchos conocimientos especializados.

Ésa es la calaña de César Vidal. Lo que dijo de los 15-M no fue un patín: de verdad así piensa.


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Friday, February 11, 2011

Tears of happiness...

Ay, Dioses... No puedo ni escribir bien de la emoción...

Me llegó por correo un Live gothic de Therion... AUTOGRAFIADO. Directamente de la Therion Store en Konungariket Sverige.

No sé si sea regalo de la Therion Society por ser Veteran Member o si alguien que me quiera mucho (no tengo idea quién pueda haber sido) me lo compró.

De cualquier manera...

GRACIAS DIOSES.

Y GRACIAS, en caso de que lo haya, a quien haya invertido sus centavitos en este magnífico regalo.

Friday, October 08, 2010

Otro plagio

A continuación les pongo algo escrito por Denisse Dresser que me parece de sumo interés electoral (es sobre el culero de Piedra Nieto):

"PEÑA NIETO, EL «GOLDEN BOY» DEL ESTADO DE MÉXICO

"El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

"Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad + PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la
«experiencia probada», en busca de algo que puedan vender como «nueva actitud». El modelo bombón. El modelo «Golden Boy». El modelo Peña Nieto.

"Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan y Cuernavaca y Toluca y Ecatepec y Tlalnepantla y Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

"El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento. El PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña-
«Peña Nieto, bombón, te quiero en mi colchón.»

"El
«Astro Boy de Atlacomulco», una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

"El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto. El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

"Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. Promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

"Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el
«ogro filantrópico», ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

"Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de
«El Canal de las Estrellas» que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

"Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

"Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el PRI vuelva a Los Pinos."

Si ya al adefecio de Madrazo le decían "Madrazo: de ti yo me embarazo"...

Me pregunto qué opinarán las feministas de las imbéciles con ese tipo de frasecitas...


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Tuesday, October 05, 2010

México vs Brasil

Como me asquea el balompié en general (salvo algunos partidos del Mundial y de las ligas ebriopeas) y odio el fucho mexicano en general, pero también me desagrada ladrar sin proponer (aunque a veces sólo ladre y ya), propongo un verdadero encuentro de habilidades entre Brasil y México, sólo que en el terreno político, a ver quién gana.

Lo que sigue me fue enviado por correo electrónico, es decir, es plagio (yo nomás le di corrección de estilo y ortografía):

"Lula da Silva tomó posesión el primero de enero de 2003 para desempeñar lo que sería su primer periodo presidencial de cuatro años. En ese entonces, Vicente Fox ya tenía dos años en Los Pinos. Ambos habían prometido un cambio: tanto Brasil como México lo necesitaban con urgencia. Uno curaba las heridas que le dejó la dictadura militar; el otro salía de 70 años de autoritarismo priísta.

"En octubre de 2006, Lula fue reelecto para otro periodo de cuatro años. Felipe Calderón asumió la presidencia [de México] unos días después, el primero de diciembre de 2006. Coinciden, pues, los ocho años del presidente brasileño con cuatro de Fox y cuatro de Calderón, pero los resultados son distintos.

"Al comenzar su gobierno, Lula sorprendió con la formación de un equipo plural. Nombró a un personaje de la derecha, el presidente del BankBoston USA, Henrique Meirelles, para la dirección del Banco Central do Brasil, pero también designó a su amigo, el ex troskista Antonio Palocci, hombre de su confianza, como ministro de Hacienda. Con ese movimiento Lula marcó lo que sería una de las claves de su éxito: equilibrar las fuerzas para sacar adelante a Brasil.

"En contraste, Vicente Fox formó lo que llamó
«los gabinetes de orden y respeto, crecimiento con calidad y desarrollo humano». En el primero incorporó a Santiago Creel y a la señora Marta [Sahagún], entre otros. Pronto se vió que lo del orden y respeto era un eufemismo. En el primer mes del sexenio escapó de la prisión «de alta seguridad» Puente Grande un narcotraficante, «El Chapo» Guzmán, quien en los años del panismo jugaría un papel central y ascendería a la lista de los hombres más ricos del mundo editada por la revista Forbes. El suceso ha tenido hondo significado. El dato que caracteriza y por el cual serán recordados los gobiernos de Fox y Calderón no tiene que ver con la economía, la educación, el empleo, la salud o las relaciones internacionales, sino con el derramamiento de sangre: en el foxismo se registraron entre 9 mil y 13 mil ejecuciones [del narcotráfico]. En el calderonismo la cifra oscila alrededor de 30 mil.

"La inevitable comparación entre ocho años del PT de Lula y el PAN de Fox y Calderón arroja resultados muy diferentes:

  1. Brasil es hoy la octava economía mundial, acaba de colocarse encima de España, mientras la de México ha caído a la posición número 15 (Fox alardeaba de que ocupaba la novena -«la novena de Fox»).
  2. La economía brasileña crece a un ritmo de 7.4% anual, la de México está en números negativos.
  3. La moneda de Lula, el real, ganó 105% de valor frente al dólar; el peso se ha devaluado 37%.
  4. Allá salieron de la pobreza 36 millones de personas, aquí hay 20 millones más.
  5. Brasil se ha ido desenganchando del tren de la economía estadunidense, abriéndose al comercio con China, Rusia e India, México sigue en el cabús.
  6. Fox y la señora Marta viajan por Europa con lujo y dispendio, siguen pasando la charola para promover la democracia y nunca dan cuentas. Lula dice que cuando deje el gobierno quiere llevar la vida de un ciudadano común: “Tomar una cerveza en un bar sin que nadie se fije si el presidente toma o no… Ir a la cancha a ver al Corinthians en la tribuna y mezclarme con la hinchada”. Calderón quizá no volverá a salir a la calle en México si no va protegido por todo un aparato de seguridad.
  7. A los ojos del mundo Lula entrega una nación con prestigio, ofrece seguridad a los inversionistas, se encuentra en plena expansión. Para vergüenza nuestra, Fox y Calderón han convertido a México en un lugar que los gobiernos de Europa y Estados Unidos aconsejan a sus ciudadanos no visitar porque pueden resultar robados, secuestrados o asesinados."
Así las cosas, creo que el marcador está muy claro y sólo agrgaría una cosa más: no fue sólo culpa de Ox y de FeCal, pues ellos sólo fueron el brazo ejecutor de lo que ya se venía cocinando desde los inicios del neoliberalismo en México, pero los más grandes culpables somos nosotros, los pendejos ciudadanos capaces de gritarle a un mesero porque nos trae tibio el café, pero agachamos la cabeza ante el gobierno. Nosotros, los pendejos ciudadanos que gruñimos por las imposiciones gubernamentales, pero ponemos nuestra pinche banderita en septiembre y vamos a gritar como imbéciles al Zócalo como quien profiere "¡Más, más! ¡Viólame más!" Nosotros, los pendejos ciudadanos patrioteros que "amamos a nuestro país y nuestra independecia", pero pagamos a la Madre Patria, España, el viaducto elevado Bicentenario. Nosotros, los pendejos ciudadanos que nos encabronamos cuando hay una manifestación en las calles y odiamos a los manifestantes sin conocer, siquiera, su causa, sin ver que deberíamos odiar al gobierno. Nosotros, los pendejos ciudadanos que vemos "el lado Coca Cola de la vida". Nosotros, los pendejos ciudadanos que "este mundial, hicimos sandwich." Nosotros, los pendejos ciudadanos que, como dijo Gandhi, nos ponemos "la capa de la no-violencia" para disfrazar nuestra impotencia y nuestra apatía. Nosotros, los pendejos ciudadanos, pensando que importa sólo quién tiene el palo más grande y dejamos completamente del lado el hecho de que también importa infernalmente quién lo mueve. Nosotros, los pendejos ciudadanos que desquitamos nuestras frustraciones sobre un abstracto (los gringos, los judíos, los argentinos, etc.) sin ser capaces siquiera de decirle "no" a nuestra pareja, a nuestros padres, a nuestros hijos. Nosotros, los pendejos ciudadanos que nos ofendemos cuando, al hablar, no se incluye a masculinos y femeninos y buscamos incansablemente la hipocresía de la corrección política. Nosotros, los pendejos ciudadanos que caemos en el juego enfermo del Poder y dejamos de educarnos (la mejor herramienta para la prevención del delito) porque, cuando regresamos a casa, "no queremos saber más de nada; a ver tele en calzones mientras chupamos y comemos hasta caer dormidos".

Y así hasta el infinito.

Como México no hay dos (¡no hay tos!).

Esto es el Bicentenario.



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Friday, June 18, 2010

La escuela de la pendejada

Y para comenzar esta nueva fase del blog, va la reseña de una reverenda mugre que, por azares del destino, me tocó leer. Quiero evitarle el trauma y los corajes a la mayor cantidad de gente posible y, sobre todo, evitar la compra del objeto este.

Reseña

ESCALANTE, Beatriz, La escuela del amor, México, Plaza-Janés, 2010, 287 pp.

El novedosísimo texto (es un decir) que ahora nos ocupa no es otra cosa sino otro producto insulso de las producciones narrativas actuales (es decir, no son necesariamente literarias). Plagado de errores de redacción (en el plano más superficial), de continuidad [p. 12: la mano y los “pasajeros”], de temporalidad y de verosimilitud (en el nivel más profundo), La escuela del amor es un cliché cursi (ya no meloso), aburrido y fastidioso sin atractivo alguno.

El libro está dividido en 25 capítulos(1) y presenta un narrador extradiegético omnisciente en tercera persona(2). El tiempo es completamente lineal con muchos cambios demasiado bruscos de escena (passim, pero pp. 32-33, 35 y 63, por ejemplo) y de ritmo (de repente va lentísimo y podríamos saltarnos párrafos enteros y de repente acelera a lo bestia), donde con sólo cambiar de párrafo, y a veces incluso de línea, elide tiempos, espacios y escenas completas para cambiar totalmente de foco y de personaje. La narración se desarrolla principalmente en la Ciudad de México, en colonias de alto nivel económico, pero también hay partes en Roma y San Francisco, por ejemplo. El tiempo desarrollado es de alrededor de un año (poco antes del cumpleaños 29 del personaje principal hasta poco después de dicho cumpleaños).

El personaje principal es una tal Fernanda Salas acompañada de sus tres mejores amigas (Vanesa Kuri, Mariela y Christianne) en el papel de personajes secundarios. El “galán” de esta historia rosa es David Sheridan (sepa cómo se pronuncie, ¿/da-bíd/ o /déi-vid/?) también como personaje secundario y, algunos personajes incidentales. La trama es simplonsísima: Fernanda busca al hombre perfecto para casarse con él y el libro trata de los “enredos” que ello le acarrea debido a la intervención de su amiga Vanesa, dueña de una agencia de compañía masculina (sin componente sexual alguno: sólo compañía), quien le encarga a uno de sus empleados, David, lleve a Fernanda a cenar el día de su cumpleaños. Como David está entrenado para hacer pasar una excelente noche a las clientas, Fernanda se enamora perdidamente de él.(3) Los “problemas” vienen cuando David se enamora de ella, pero no le informa acerca de sus actividades y la relación está a punto de irse al demonio, pero todo termina bien. Eso es todo. No hay nada más.

La caracterización de los personajes arroja los primeros problemas del libro, pues son insulsos, mal delineados, inverosímiles e incongruentes.(4) Me explico. Fernanda es una fémina que lo tiene todo: belleza física, trabajo excelentemente remunerado, padres y hermano, amigas fieles, etc., pero su ilusión más grande es casarse. Pero, obviamente, no con cualquier pelado, sino con un príncipe azul. Literalmente [p. 33]. Está empeñada en encontrar a su amor perfecto antes de los 30 (háganme el recochino favor). Así, Fernanda es una licenciada en Turismo a quien le interesa la “belleza interior”, pero no soslayará nunca la exterior;(5) es un ser frívolo (le gusta su materialidad y no concibe estar fachosa, desarreglada o sin maquillar), pero con un “límite sano”,(6) pues no sólo es presentada con características abstractas (bondad, deseo de ayudar a los demás,(7) buen carácter, etc.) que pretenden separarla de la materialidad a su alrededor. Tiene algunas habilidades padres pero inútiles (sabe cocinar platillos sofisticados y bonitos [sic]), su programa favorito es el de su amiga Vanesa, donde una terna de necios (o necias) compiten en un concurso de preguntas y respuestas por ganarse a otro ignaro,(8) a quien no conocen ni pueden ver hasta el final del programa, para irse en una semana de vacaciones romanticistas(9) en Roma. Es también una caprichosa, débil(10) e inmadura [p. 82].(11) En resumen, Fernanda es una tradicionalista “moderada” con ideas estúpidas debido a su falta de problemas con su vida, que busca, únicamente, el glamour del matrimonio, como veremos más adelante.

La tal Christianne, por su parte, es la destrampada del grupo: guapa, pelirroja, adinerada (es dueña de la agencia de bienes raíces donde trabaja Fernanda) y sin complejos morales de ningún tipo, gusta de conocer hombres “hermosos” y llevárselos a la cama. Este personaje carece de substancia de cualquier tipo. Simple y llanamente es una pendejita ignorante, frívola y superficial, sin chispa alguna de intelectualidad, cuya única finalidad en la vida es pasársela bien. En resumen, le gusta disfrutar, sin tapujos, de la vida.

Mariela es la tradicionalista del grupo: madura (araña los 50 años) muy bien conservada, con dos hijos y uno más al final del libro, “chapada a la antigua”, muy adinerada, chef y dueña de un restaurante con academia gastronómica donde ella misma enseña, se escandaliza con la conducta de Christianne y todo lo que vaya en contra de “los valores familiares y tradicionales”.

Vanesa es millonaria, dueña de la compañía de escorts masculinos Male Company y fundadora de la Escuela del Amor [sic], una sandez de institución en Roma donde se pretende enseñar a los alumnos a reconocer los síntomas del “amor” y a mantener las relaciones de pareja. Hermosa y altísima, Vanesa no tiene ambiciones fuera del plano laboral: su objetivo es amasar fortuna(12) y no le importa el sexo, enamorarse, casarse ni, mucho menos, tener hijos. Vive en la irrealidad de todo millonario. Le dan lo mismo las loqueras de Chritianne, los discursos moralinos de Mariela o los ideales estúpidos de Fernanda, pero no es una mala persona, simplemente no le interesan esas cosas y es una “gran amiga”.

David, por su parte, es el cliché de hombre perfecto, aunque no se sabe si por el entrenamiento que le fue dado en Male Company para ser el acompañante perfecto para eventos elegantes con mujeres adineradas o si es algo natural de él. Huérfano desde el kínder, es también un cursi, sensiblero, contradictorio,(13) experto en seducción por su entrenamiento, pero torpe blanco en el ligue espontáneo; con un gran corazón,(14) “tierno”, “inteligente”, “culto” y demás estereotipos del hombre perfecto, pero termina siendo también un personaje débil (ver más abajo) y cursi.(15)

De esta manera, las relaciones entre personajes quedan configuradas de la siguiente manera: Christianne es la hueca, pero noble y buena persona; destrampada, pero responsable que tiene “sexo seguro” [p. 14, además es un sintagma innecesario que refleja un discurso aleccionador que pretende educar de manera “liberal”, semejante a p. 24]. Mariela está en el extremo de Christianne: ultraconservadora que pretende ser el faro moral de sus amigas, a quienes ve, en realidad como sus hijas y protegidas. En un ángulo de 90° con respecto al centro entre los extremos que forman Mariela y Christianne se encuentra Vanesa, quien no es, en nada, distinta de ellas dos, pues prohíbe el contacto sexual entre sus empleados y sus clientas y busca que las compañías sean sólo "románticas". Además, en su escuelucha busca un ideal de amor romanticista (un amor institucionalizado y cliché excesivamente meloso), busca salvar al mundo de las disputas amorosas para que todos vivan felices. Fernanda estaría en el centro de las tres: le agrada la materialidad y el “romance” como a Vanesa, no desaprueba el sexo antes del matrimonio como Mariela y tampoco le gusta el destrampe como a Christianne, pero tolera los gustos y excesos de su amiga.

Las cuatro amigas son todas empresarias, adineradas, sin preocupaciones reales e inmersas en un mundo materialista donde las apariencias son lo primero y los ideales (cualquiera que éstos sean) lo segundo. En general, a la mujer se le ve en este libro como alguien exitoso, respetuoso de los valores tradicionales, pero con voz, voto y nada de sumisión machista a su hombre (v. gr.: Mariela y la mamá de Fernanda). Estamos ante un ideal de mujer independiente, “liberada”, tradicional hasta el exceso, pero pretendidamente moderada en lo conservador, que en realidad es egoísta, caprichosa y hace todo por salirse con la suya, pero sólo está completa con un hombre a su lado [p. 16] o con millones de pesos, pero eso sí, con conciencia social [p. 106]. Recuerdan muchísimo a Susanita, la amiga de Mafalda... Y de las cuatro no se hace una sola Susanita, ¡nomás calcule!

Toda la narración está marcada por la irracionalidad. El ideal de la historia es que todo suceda por azar, por destino, por sentimiento, por “flechazo”. Si no te topas con una persona y sientes “una descarga eléctrica”, significa que no es para ti y que los dioses no te la mandaron. Todo se da por Fortuna, pero no la Fortuna cæca est, sino una especie de Fortuna ex machina; ni siquiera la pretendida “tensión” cuando Mariela puede perder al niño en su vientre emociona, por predecible: ya sabíamos desde el principio que habría problemas con eso, pero que todo saldría bien. En todo momento está presente la debilidad de que habla Todorov y, la verdad, fastidia desde las primeras 35 páginas.

En el nivel del discurso del libro es donde los problemas acaban de cuajar, pues si bien los personajes son insulsos, esto no sería motivo para hacer una mala novela, pero en este caso es el principio de los males. La narración es seca, aburrida y sin técnica alguna. Las figuras retóricas brillan por su escasez, mas, donde las hay, son de una debilidad grosera: la única figura que aparece continuamente (hasta el hartazgo) es el símil, pero de una calidad burda e insultante.(16) Las poquísimas metáforas del texto, además de ser lugares comunes y/o modificaciones burdas, son explicadas por el narrador, destruyendo el efecto estético producido por el cierre del lector [p. 18, por ejemplo]. La autora pretende, con su discurso, hacer gala de conocimientos, de “elegancia” y de tener “mucho mundo”, pero la verdad es que fracasa en todo esto, pues, para empezar, lo único que denota es un conocimiento superficial sobre todos los temas tocados en el libro, como si hubiera investigado en la Wikipedia; además de una mente prejuiciosa y llena de ideas y juicios estúpidos sobre muchos temas (empezando por el Amor). Sus intentos retóricos buscan la ingeniosidad y la elegancia (otra vez), pero son como un escupitajo hacia arriba. Además, la proliferación de marcas de objetos despistan al principio, porque uno no sabe a qué vienen y piensa que sólo es la salida fácil para pretender elegancia en los referentes, pero cuando da la marca de un micrófono televisivo casi al final del libro, nos damos cuenta de que son comerciales. Descarados. Sería bueno averiguar cuánto le pagan por mencionarlos en su librejo... O, a lo mejor, según una gran amiga mía que se mueve en el medio actoral, convertirán la novelucha en película o en serie de televisión y está buscando patrocinadores desde ahorita.

Sobre la construcción de la historia, no hay conflicto y mucho menos hay antagonista. No hay nada que mueva la historia y eso la vuelve de lo más predecible y aburrida. Hasta la página 182 hay un atisbo de conflicto, pero el incidente real se produce hasta la página 229. Las demás páginas se sienten como de relleno. ¡Ah!, porque este es otro error del tamaño del Şaħrā’u Al-garbiyati: el libro está infestado de cosas innecesarias [pp. 14, 17, 45 –toda la página- y las primeras 120 páginas, en realidad] y de recuentos innecesarios. Tal vez sería mejor enlistar algunos de los errores que encontré(17): símil burdo y necio, p. 13; lugar común, p. 13; “romanticista”, no “romántico”, p. 14; símil cursi, pero en contexto, p. 16; eufemismo políticamente correcto, p. 17; cliché: ¿Nada más los niños ven caricaturas?, p. 18; prejuicio de “los buenos sentimientos” [sic], p. 19; pésima alusión a la divinidad, p. 19; exageración (que no hipérbole), p. 22; p. 23; cliché “educador”, p. 24; prejuicio; “mujeres contemporáneas”, p. 25; cursilería excesiva, p. 26; p. 27; error metodológico y argumentativo, p. 29; pésima interpretación, p. 36; error judicial: ya es delito federal, p. 36; en realidad, el dibujo animado no es lo mismo que el cómic, pp. 36-37; p. 43(18); ¿qué diablos es un “reloj biológico de la amistad”?, p. 45; hipocresía, p. 57; kitsch de la conciencia ecológica, p. 59; el colmo de la vanidad, p. 60; inverosimilitud, p 65; colmo de la estupidez, p. 66; kitsch médico, p. 71; sueño cursi, p. 73; ambigüedad, p. 92; ¡horror al crimen!, p. 93; contradicción, p. 123; las pp. 197-200 son un reverendo asco; ¿cómo van a poder un par de desequilibrados alcanzar el justo medio? El milagro del amor, seguramente, ¿no?, p. 209; materialismo, p. 220; y ya no pongo más porque dejé de contar. Al final, lo mejorcito del librajo son los personajes incidentales: el niño Paquito, el psicólogo con su chofer en la inauguración en Roma y el abogado de Mariela.

Además, la narración se vuelve inverosímil, por completo, en la p. 126 y se confirma al final, cuando, en el concurso, Fernanda hace las preguntas, David contesta y ninguno de los dos reconoce la voz del otro [capítulo último: ¿pos no que se conocían a la perfección y a nivel espiritual?]. Lo que da más coraje es que los temas tocados por el libro tienen mucho potencial para una auténtica novela realista, pero en vez de criticar las sandeces de los personajes y del mundo donde se mueven, las apoya y nos deja la moraleja preciosa de “Tú no desesperes. Síguele buscando, pues por ahí está el hombre perfecto para ti”... Siempre y cuando seas magnate y no tengas que preocuparte por comer o por cosas relevantes. Todo esto sin contar errores ortográficos,(19) de redacción, de puntuación y de consignación de extranjerismos...(20) Si no sabes italiano, no escribas en italiano, Escalante, porque, ¿quién te dijo que hay acentos circunflejos en italiano? Además, si vas a escribir conversaciones en italiano, pónlas todas en italiano, no nada más las frases hechas para aparentar conocimiento del ítalo (es decir, para aparentar "elegancia" y "mucho mundo"): nada más quedas mal. Para no hablar de la descontextualización de grandes pensadores para hacerlos decir cursilerías [p. 83].

El libro no tiene nada de artístico, parece una anécdota alargada demasiado(21) con un discurso moralino, tradicionalista, cliché y, en general, de güeva que sólo podría gustarle a quien no ha leído nada jamás o no ha superado Harry Potter o Twilight (la "saga"). Pero, eso sí, como dijo Plinio, “No hay libro tan malo que no tenga algo de bueno”, y yo lo dudaba con esta cosa hasta que me explicó qué significa el R.L de “S.A. de R.L.”... Eso fue lo único que aprendí, lo único bueno. No pierdan su tiempo: no lean La escuela del amor o, por lo menos, no digan que no se los advertí.


NOTAS

1.-La verdad, ni me acuerdo cuántos capítulos tiene y no lo anoté por ningún lado, pero creo que son 25. Es cosa de comparar con el libro y corregir o confirmar el dato. Reconozco que esto es un error metodológico, pero el ejemplar era prestado y nunca jamás encontré el dato en internet.

2.-Aquí tengo un problema, porque en Teoría literaria se enseña desde el primer día que, en un texto literario, el narrador JAMÁS es el autor... Pero este libro no tiene nada de literario: estoy convencido de que el narrador es la autora y ya... Pero la rigurosidad metodológica me obliga a llamarla “narrador”... Ni modo.

3.-Sé que esa frase es un lugar común, pero considero que va muy ad hoc con todos los lugares comunes del libro.

4.-Ojo, no dije “contradictorio”. Comprendo la contradicción como una característica ontológica del ser humano (es muy difícil ir contra los instintos, por burdo ejemplo, pero ahí andamos queriendo superarlos), mas la incongruencia es la incapacidad (o la apatía) de hacer lo que decimos. Y que conste que no estoy en contra de quien tiene casarse como su máxima ilusión, sólo me desagrada muchísimo en este texto por su carácter moralizante, incongruente e imbécil.

5.-En el libro jamás sale algún prospecto feo o deforme. Lo más cercano a fealdad es el abogado de Mariela, quien arregla el registro de la Escuela del Amor de Vanesa, pero este personaje incidental sólo es eso: un relleno. En p. 74 se ve cómo sigue siendo importante, además de la “caballerosidad”, la “guapura”.

6.-En general, en esta reseña, las comillas no serán de cita, sino de burla. Cuando sean de cita, a continuación aparecerá la página de donde se sacó la barrabasada.

7.-¿Quiénes son “los demás”? Sepa. Pero el potencial de ayudarlos ahí está, según el narrador.

8.-En la película Mallrats (Kevin Smith, 1995) hay una parodia de este mismo tipo de concurso.

9.-Escribo “romanticistas” para diferenciar al estereotipo cursi de “velas-vino-petalosderosa-, etc.” de lo auténticamente romántico y evitar que los grandes maestros alemanes del arte y la filosofía vengan a jalarme las patas en la noche.

10.-En el sentido manejado por Tzvetan Todorov, quien habla de la fortaleza o debilidad de los personajes diciendo que el personaje débil se deja llevar por sus instintos y deseos, sin reflexión alguna y a quien en algún momento de la obra le llega la “toma de conciencia" y se hace fuerte. Los personajes fuertes, mientras tanto, nunca “toman conciencia” porque ya la tienen.

11.-A pesar de vivir sola, vive a once calles de sus padres y los visita muy seguido, lo cual habla de una incapacidad de separarse realmente de ellos y emanciparse. Habla de inmadurez, pues.

12.-Patológicamente, como Carlos Slim.

13.-Reconoce la artificialidad y banalidad de Vanesa, pero aún así le atrae... ¡De manera no sexual! ZOMFG!

14.-Cuida fervorosamente de su abuela.

15.-Mira que bautizar al jeep como “Casanova” y al perro como “Tenorio”... Eso ya es la hostia... Y seguro que la autora se siente súper ingeniosa.

16.-Todos sus símiles son extremistas, cursis [p. 16] y toma ejemplos muy delicados, como la cultura árabe, la cultura japonesa [p. 23], el manga [p. 44], etc., lo cual sólo denota ignorancia por parte de la autora [p. 13].

17.-Descontando los ya consignados.

18.-Esta página es especialmente repelente.

19.-Mayúsculas donde no van y viceversa, “Seat!” [“¡Asiento!”] en lugar de “Sit!” [“¡Siéntate!”] para ordenarle al perro que se siente, faltas de acento en español y en italiano, etc., etc., etc

20.-A veces los pone con cursivas y a veces no.

21.-“Como poca mantequilla sobre demasiado pan”, como diría Bilbo Baggins en The lord of the rings. The fellowship of the ring (Peter Jackson, 2001).



Aliquandō rideō, iocor, ludō; home sum...