Friday, July 08, 2011

La profundidad del problema

...

Los puntos suspensivos no significan nada en este momento, pero estoy medio fastidiado de usar las frases hechas de siempre para emplear la función fática. Tampoco estoy pensando muy bien en este momento y no se me ocurrió nada mejor que "y bueno..." o cosas por el estilo.

Así pues, va un post nuevecito.

Resulta que ayer hubo una firma de autógrafos en Tepisur (allá, sobre Perriférico, por Six Flags). En realidad hubo dos firmas el mismo día y en el mismo lugar: una de Harry Potter (¡puaj!) y otra de Kojima Hideo (foto; bajada de Wikipedia, pero tomada por Nic Fillingham), creador de obras videojugables como Metal Gear Solid (no es el creador original de la franquicia, pero sí el creador de la misma en su forma actual), Snatchers y Policenauts. Este personaje es un tanto importante en mi vida, pues hizo mi videojuego favorito de toda la vida: Metal Gear Solid para Play Station, allá en 1998. Además, en su honor, bauticé como "Patriots" a los poderes invisibles que nos dominan en la actualidad (es decir, ante quienes responden los líderes mundiales). Mi teoría de los Patriots es más intrincada y no viene al caso, pero baste saber que a Kojima-sama le debo un juegazo y un cacho de mi visión del mundo.

Lo anterior explica (pero no disculpa) mi participación en un evento idolátrico como una firma de autógrafos. En realidad, como experiencia, no tuvo nada nuevo: fue como estar formado para entrar a un concierto en el Circo Volador, sólo que, en lugar de platicar sobre música con los compañeros de cola, platicamos de cosas geeks.

De cualquier manera, lo que nos importa en este momento es cómo un evento, en apariencia tan simple, puede servir para demostrar la profundidad de la estupidez, la indolencia y el contrarrepublicanismo que tienen a esta maquiladora disfrazada de país.

Pues es increíble cómo las cosas pueden estar tan mal a tantos niveles. Aunque quiero aclarar que esta denuncia no es por haberme quedado sin autógrafo, sino por la insensibilidad de los organizadores y la irreflexibilidad de los fans. No sufro por haberme quedado sin la firma de Kojima-sama, pues desde el principio tenía la idea de que era probable quedarme fuera de la jugada por la hora en que podía llegar al lugar del evento. Como trabajo por la mañana, me era imposible de todo punto llegar antes de las 15.30 a Tepisur (Perisur, para los no habituados al spoonerismo), donde se llevaría a cabo la firma. Así pues, sólo fui a intentarlo y reitero que mi queja no es un berrinche de ardido. Entiendo las reglas del juego y sabía a qué me atenía. Peeeeero el problema viene con la bola de culeros que se salen de las reglas, del civismo y del más mínimo sentido de humanidad.

Si nos vamos por orden cronológico, podemos empezar con el fraude del horario. En páginas de Internet, carteles y demás promocionales se decía que la firma de autógrafos sería desde las 17.00 a las 20.00 hrs. Finalmente, a las 19.00 hrs. Kojima ya se había retirado del lugar, lo cual implica un montonal de fans que se quedaron con las ganas de recibir su firma. Esto tiene consecuencias bastante grandes, las cuales abordaremos más abajo.

La segunda cosa es la excecrable práctica del "V.I.P." (es decir, very idiotic people). Hasta donde sé y me pude enterar a partir del fraude de Therion traído por Ekosys (alias Fuckosys) en octubre del año pasado, no es precisamente legal ofrecer "pases V.I.P." en eventos. A menos que el artista, gurú, ídolo de las multitudes, etc., así lo haya permitido o expresado con todas sus letras. Ignoro si Kojima-sama sabía sobre los pases V.I.P. que se ofrecieron para su aparición pública. El caso es que para ganarse este tipo de privilegios, uno suele contestar trivias contra reloj o cosas por el estilo. Pues en este caso, una de las formas "oficiales" (había otra más decente que implicaba fotos y cosplay) para obtener uno de estos mentados pases era llegar al lugar A LAS 08.00 hrs. Imagino que los primeros recibieron su pase y después sólo fue cosa de regresar minutos antes de la hora para pasar primero. El problema es que, por los purititos güevos de alguien, obligaron a algunos a trasladarse desde quién sabe dónde hasta Tepisur (la ubicación tampoco era muy halagüeña) para llegar a una hora en la que la plaza ni siquiera está funcionando realmente. El movimiento en el mall comienza a las 11.00 hrs. Tan temprano lo único que hay abierto son algunos bancos y un par de restaurantes (y creo que ni eso, lo más temprano que he pasado por ahí han sido las 09.00 hrs.).

Así las cosas, supongo que para entretenimiento de un par de enanos emocionales, el reto era estar a las tantas de la mañana en el lugar. Imagínense a qué hora habrá llegado la gente que, para las 08.00 hrs., según testimonios, ya había ochenta y tantas personas. Sepuestamente, si llegabas temprano, aunque no ganaras V.I.P., te daban un numerito para formarte y supongo que con eso ya te podías ir a hacer tarugo por ahí hasta la hora del evento (17.00), semejante a lo que se hace ahora en el Circo Volador, donde llegas con tu boleto el día del concierto, te dan un número y una pulsera y puedes disponer de tu mañana cómodamente hasta una hora antes de la entrada, momento en el cual debes irte a formar según el dígito correspondiente. Quiero pensar que en esta ocasión funcionó igual la mecánica, pero no he tenido confirmación y todavía resta una duda de si tuvieron gente formada durante más de nueve horas.

A continuación, venía la cuestión de la fila. Como se trata de una placita para gente de varo (es decir, hipsters, magnates, ugaldes, milfs y yuppies en su mayoría) y, además de la cosa gamer había también un evento de Harry Potter (como dijo Molotov: "mejor ya no digo / me muero del asco"), la fila frente a la tarima donde iba a estar Kojima-sama sólo albergaba a unas noventa personas más o menos (cuando llegué, escuché que, a uno de los últimos le preguntaban su número y respondía "noventa y tres") y se cortaba: el resto de la fila salía completamente del complejo comercial para acomodarse sobre la banqueta, en Perriférico. Sin embargo, las informaciones del personal de seguridad del lugar no sólo eran inciertas, sino dadas de manera muy desagradable: un débil mental de traje, con chicharito en la oreja, mirándote con condescendencia y hasta diversión por tus esfuerzos por estar con la élite. Mejor un poli del estacionamiento nos supo decir dónde estaba la fila que el esclavo de traje que nomás sabía decir "en el puente rojo", ignorante de que "en" sognifica "sobre" o "dentro", no "debajo", "cerquita" o "por ahí".

Evidentemente, la línea daba la vuelta y llegaba a la parte posterior de Tepisur. Con esto de Aileen, las condiciones de permanencia son obvias: lluvia y frío moderado la mayoría del tiempo, lo cual parece ser una bagatela comparada a los locatarios de la plaza quejándose con el dueño de Tepisur porque la interminable fila de nerds, geeks (yo incluído), dorks, cosplayers, friquis, poseurs y demás fauna, obstruían el acceso a sus tienduchas caras. "El cliente siempre tiene la razón". Pero sólo si tiene varo. Si se trata de un pobretón que busca solamente la firma de alguien que considera importante, entonces está bien dejarlo en la calle bajo la lluvia.

Pero bueno, como sea, ¿no? Todo sea por obtener la firma de Kojima-sama. Ajá... A eso de las 18.00 hrs. todavía no avanzábamos la gran cosa y a eso de las 19.00 la fila comenzó a moverse más fluidamente (estamos hablando de más de 1,500 personas, fácil). A las 19.40 la fila se movió con velocidad esperanzante y, como se había advertido que sólo se permitiría firmar un artículo por cráneo, pues todos dijimos "En 20 minutos sí llegamos." En efecto, a eso de las 19.50 ya estábamos dentro de la plaza a tiro de lanza de la tarima.

Y entonces sucedió.

Un compañero de fila se adelantó para juntar información y, ¡AH, QUÉ LA MIERDA!, ya no había nada... DESDE LAS 19.00 HRS. La fila todavía estaba ordenadamente formada, muchos todavía temblorosos por lo inminente del encuentro con Kojima, pero ya no había nadie en la tarima. ¿A quién le avisaron que mejor se fuera a su casa? Al pobre diablo que estaba formado después del último privilegiado que pudo pasar a que le firmaran su memorabilia. Imagínense la decepción, el coraje, la tristeza de este proverbial amigo; la neta no se lo deseo a nadie. Como es de esperarse, nadie se enteró de que el evento había terminado 70 minutos antes y todos seguíamos muy monos, formaditos con la idea de llegar muy pronto.

La siguiente mamada era preguntarle a los esclavos de traje si era un receso o algo para que, con su puta mueca burlona y arrogante, dijeran que no, que se había terminado desde hacía rato. Sólo quedaban en la tarima los edecanes de Konami, un sexteto de "niños bonitos" todos vestidos de blanco y con el logo de Konami en sus playeras. Estos pendejos, cuando les preguntabas qué estaba pasando, sin quitar la mirada de lo que estaban haciendo (abrir una botella de agua o un refresco de lata), te contestaban con desgano, valiéndoles reverenda verga y bromeando entre ellos, sin prestar un mínimo de respeto a quien les preguntaba, con toda la cordialidad, cómo estaba la movida.

Así, todo podría parecer una pifia por cosas de las autoridades, sin mebargo, no fue sólo así. También los fans, la gente que asistió al asunto, también hicieron despliegue de la locura, marca de estos tiempos, causa de que las cosas vayan como van.

Primero, al parecer, hay una competencia de vanidades entre las llamadas subculturas. Todo evento público se vuelve una manera de presumir que algún bípedo es el más grande fan de algo. Esto ya da de qué hablar, pues la idolización por sí sola habla de una falta de independencia intelectual de por sí. Si le sumamos la vanidad, tenemos como resultado una bola de impertinentes con ínfulas de ser superior porque llevan a firmar un objeto "impresionante" (como por ejemplo la caja de una edición especial de Metal Gear Solid 4. Guns of the Patriots), pero de color negro cuando la tinta del plumón con el que se hará la firma es de color negro (duh). Mejor aún era la bola de sandios que, mientras esperaban, no paraban de jugar con su Nintendo 3DS, lo cual habla de su habilidad para tirar el dinero, pues el dichoso portátil cuesta alrededor de 5,000 pesares... Y no hay ni un puñado de juegos decentes. Sí, ya sé que ya salió Zelda, pero es un refrito de Ocarina of time en 3D. Si consideramos que el aparatejo cuesta 5k y el precio en "canales oficiales" del juego es de $799.00, ya nos podemos ir haciendo una idea de cómo se van sumando las cosas (autoridades y pueblo) para darnos como resultado la repúbica bananera en que vivimos. Pero eso sí: el 3DS es un símbolo de status, así que no tiene precio salir a presumir tu precioso gadget y hacer que todos se mueran de envidia porque ellos no lo tienen. En mi caso, lo único que prueba es pendejez (más o menos como quienes compran productos de Apple), pero bueno... Este párrafo puede sonar fundamentalista, pero la conclusión vendrá más abajo.

Segundo, rondando la firma se encontraban un tal Renzo y un tal Akira. El primer fulano trabajó en la revista Atomix y ahora trabaja en Sony o algo así. El segundo también estuvo en Atomix. El punto es que cuando estos dos salieron a filmar la enorme fila (acompañados por un tercero que no me acuerdo cómo le dicen), todo mundo se puso como si hubiera un gallo en el gallinero. Les pedían fotos, autógrafos y demás cosas como si fueran Kojima. Háganme el favor. Entiendo que la gente en general sea insegura, apocada, infantilizada y necesite héroes y figuras paternas, pero, ¡por favor, búsquense ídolos que valgan la pena! ¿Qué chingados tienen que hacer adorando a un güey que participó en una de las revistas más pinches en la historia de la prensa de videojuegos mexicana (se pelea el título con la revista Gamers)? Digo, a la mejor que trabaje en Sony sí es un logro, pero, ¿como para adorarlo? No la chinguen. En resumidas cuentas, los fans, estadísticamente, parecen ser unos débiles mentales que tienen como ejemplo seguir a cualquier idiota que tenga un poquito de presencia en algún medio. Por eso nadie toma en serio a los gamers.

Tercero, varios de los presentes no sólo eran gente que conoció Metal Gear Solid gracias a la reedición que se le hizo para Game Cube (bastante chacala de por sí: sólo fue supervisada por el señor Kojima), sino que muchos llevaban a firmar cosas que ni al caso: ¿Smash bros. brawl? ¿En serio? ¿Para que te lo firme Kojima? ¿Nomás porque Solid Snake hace un cameo? Algunos llevaban su Twin snakes... De Player's Choice. Vamos, que había pseudofans que gustan del fenómeno más por moda que por verdadero apego a la obra. Y esos pseudofans le quitaron lugar a otros fans más chonchos (tuve oportunidad de hablar con un par de individuos que sí se merecían el autógrafo de Kojima-sama y por motivos laborales no pudieron llegar temprano). Para no hablar de algunos desgraciados que por azares del destino pasaron temprano por el lugar, se enteraron del evento y se lanzaron a comprar cualquier cosita de Metal Gear Solid en el Gayme Planet de Tepisur para tener algo que les firmaran.

Pero nada de lo anterior se compara a lo que sigue, la santa madre de los crímenes de lesa humanidad: los méndigos hijos de puta que vendían el autógrafo de Kojima-sama afuera de Tepisur.

Esto es el colmo. Hubo un grupúsculo de bestias infrahumanas que llegaron, se formaron a buena hora, les firmaron una postal de las que regalaban en el evento y salieron a venderla a los pobres míseros que, después de las 19.00 hrs., se quedaron sin su autógrafo.

Sí, sé que es difícil de creer, pero sucedió. Es semejante a los revendedores de boletos para conciertos y demás: tienen miles de tarjetas de Bananamex y aprovechan las preventas para comprar los mejores boletos y revenderlos el día del evento. Y también he sabido que lo han hecho con los pases Fila Cero de Telmex. Esta acción no tiene nombre. Es gente que quita lugar a personas verdaderamente interesadas en las cosas. Es gente que abarata, bastardiza aquello que representa asistir a un concierto (o firma de autógrafos, como resulta ser) y poder ver en vivo a nuestros artistas preferidos. Porque simplemente venden los pases al mejor postor, aunque muchas veces ni siquiera sea un verdadero seguidor del fenómeno. Da coraje, que de nuevo, el dinero lo pueda todo y que sea precisamente por dinero que las cosas se hacen como se hacen. Pero aquí sí tienen la culpa las dos partes: el culero que (re)vende y el pendejo que compra, por eso les digo que TODO está mal: las autoridades (organizadoras en este caso específico) y los interesados. El comerciante y el comprador. El médico y el enfermo. Todos están mal. No hay uno que haga lo correcto.

Precisamente por eso nos tratan como nos tratan. Porque nos portamos como bestias. Por eso el 3DS te lo avientan en $5k y los juegos en 800 pelucones. Por eso los organizadores de una firma de autógrafos pueden terminarla una hora antes de lo prometido y no avisarle a nadie. Por eso los juegos y consolas cuestan de 30 a 70% más de lo que cuestan en el gabacho. Por eso nos patean las bolas cada vez que nos dicen que en México no hay una industria seria del videojuego porque los sonsumidores no compran en "canales oficiales" (whatever it means). Por eso las ediciones especiales de videojuegos autorizadas para nuestro pinche país vienen incompletas.

¿Les suena raro lo de las ediciones especiales? La edición especial de God of war 3 traía el juego, una réplica de la Caja de Pandora, un libro de arte, contenido descargable, la banda sonora del juego y un CD con música metalera inspirada en el juego; a 125 USD. Pues la edición especial "autorizada para América Latina" no traía el soundtrack ni el CD y costó $1,900 en "canales oficiales".

Para Metal Gear Solid. Peace Walker hubo tres ediciones especiales y un paquete de accesorios. La Big Boss Edition trae el juego, un PSP-3000 en camuflaje militar, una bolsa especial para llevarlo, una memory stick de 4 Gb y unos códigos para desbloquear contenido a 340 USD. El Entertainment Pack trae el juego, un PSP-3000 en color verde metálico galvanizado, una memory stick de 2 Gb y códigos para desbloquear lo mismo que en la Big Boss Edition y además para bajar la película 2012 de la Play Station Network, a 260 USD. La Collector's Edition trae el juego y un libro de arte, todo en una caja especial ("de lujo" le dicen) por 70 USD. ¿Y en México? En México el Entertainment Pack y el paquete de accesorios no llegaron de manera oficial, la Collector's Edition llegó a $800 y sólo en Gayme Planet. De la Big Boss nos llegó un insulto que se debería haber llamado Big Ho's Edition: juego, PSP en camuflaje y códigos por $4,700 (salvo una semana que hubo descuento de $1,000 en toda la línea PSP, en cuyo caso quedaba en $3,700) y sólo en la tienda Gramers. Así es: ni bolsa NI MEMORY STICK. ¿Dónde carajo se supone que iba uno a guardar su avance? Quién sabe. En word pad, supongo... Faltaba que te lo vendieran sin batería para el PSP o sin el cable de corriente.


De inFAMOUS 2 no hablamos porque no trajeron edición especial oficialmente. Pero eso sí, en Gramers, si haces la preventa, te regalan la mochila que trae la edición especial.

Así pues, la firma de autógrafos de Kojima Hideo en Tepisur me demostró varias cosas: que las autoridades organizadoras son una porquería; que hay demasiados intereses dentro de cualquier cosa; que a la industria del videojuego le valen verga los gamers; que los gamers nos lo merecemos; que la estúpidez no se arredra ante subculturas o aficiones; que todo es puro puto negocio.

Yo, por mi parte, no vuelvo a presentarme, en mi vida, a otra fiesta de idolatría: puros corajes. Aunque más merezco por pendejo: ya sé que el autor no importa; sólo la obra. A ver si así aprendo. Adicionalmente, mando oficialmente a los "canales oficiales" a tomar por culo. Ni uno solo fue capaz de meter mano para organizar el asunto, para mejorar el evento, pero bien que hicieron negocio con él, además de que dan carísimo y con pésimo servicio, nunca traen las preventas a tiempo, no te respetan los precios y, a veces, ni siquiera te respetan la preventa... Y tampoco te respetan como cliente. Me declaro cliente, de ahora en más, del mercado gris: ellos no fallan, tienen mejor catálogo y dan a un precio decoroso (a menos de que sean coleccionables o clásicos; ahí sí sangras donde sea).

Total que en México no se puede hacer bien ni siquiera una pinchurrienta firma de autógrafos. Y la culpa la tienen tanto los organizadores como los fans. ¡Chingao! Difícil la tenemos...

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Thursday, July 07, 2011

Trapos cochinos

Pues bueno, nomás es un update del estado del blog, pues arreglé los viejos berrinches: les quité la ridícula "v" que usaba en vez de "u" y arreglé la ortografía y redacción. Las pendejadas permanecen como evidencia de lo que pensaba hace cuatro años, cuando abrí el blog.

Viendo tanta cosa de hace algunos años me sorprendo de ver, en líneas generales, lo poco que han cambiado de fondo las cosas. Ha habido algunos cambios, pero todos son de refinamiento de opiniones. Por ejemplo, en cuatro años:

  • Dejé de ser demócrata.
  • Mi misantropía evolucionó.
  • Mi puntería mejoró (espero).
  • Soy más ciudadano que antes.
  • Soy más berrinchudo que antes.
  • Redacto mejor.
  • Uso menos barbarismos.

Etc., etc.

Creo, que de alguna manera, algo avancé. Poquito, pero algo. Ya se verá si es cierto o no.

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Tuesday, June 14, 2011

Una peinadita

Ya le cambié el diseño al blog porque, la verdad, estaba horrible la lectura con fondo negro y letras blancas: dolían los ojos. A ver qué tal ahora.

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Demócrata, pero republicano

Quiero empezar esta ocasión por avisar que no entiendo por "demócrata" o "republicano" las estupideces que entienden los politiqueros gringachos. Entiendo, por "demócrata", alguien que cree y tiene confianza en la Democracia. Punto. Es simplista, pero no entraré en discusiones para acotar la definición en este momento. Cierto, no todo el que dice "Viva la democracia" es demócrata: la democracia toma MUCHÍSIMO trabajo y lo que tenemos en México es pura demoscracia (ver post anterior), democracia de opinión, la fase decadente de la Democracia... ¿Ven? Ya me estoy saliendo del tema otra vez. Éste no es el punto ahora.

Regresando al asunto, entiendo por "republicano" a un ciudadano responsable, lo suficientemente educado como para dejar su vida privada en casa y trabajar y defender su vida pública (su vida de Estado, su vida política) sin mezclar una con otra. De nuevo, el concepto es más complejo, pero funciona bajo la lógica del civismo desde cosas tan burdas o triviales como no cruzar un semáforo en rojo, no tomar el autobús donde no hay paradero, pagar impuestos (a regañadientes cuando el poder no se lo merece) pero criticar y hacer cagada al robierno y cositas por el estilo. Sí, dije "robierno" del español "robar" y "gobierno". Adivinen qué significa.

Así pues, mi ideología política es el republicanismo, pero no soy demócrata. No estoy de acuerdo con la idea de la democracia por razones que merecen otro post en este blog, pero que no discutiré ahora. Baste con saber que soy republicano y aristocracista, pero entendiendo la aristocracia no como "nobleza", "heredad", "jet-set" o "elitismo", sino como algo alcanzable (por cualquiera) mediante la razón, la educación, el civismo, el pensamiento crítico (y autocrítico) y teniendo güevos.

El punto es que no soy demócrata (ni socialista). Fin de la cuestión. Sin embargo, me encanta el diálogo con seguidores de todas las posturas políticas. Como terrorista intelectual que soy, veo el conocimiento como una verdadera batalla donde hay que obtener experiencia y buscar quién le pruebe a uno que se equivoca. Sólo así se puede alcanzar un nivel real de conocimiento objetivo y aplicable. Sí, pues, soy dialéctico también. Ni modo.

A lo que voy es que, viendo la película Sicko (Michael Moore,
2007) por enésima vez, por fin me di a la tarea de transcribir algo que dijo ahí Tony Benn, exministro inglés y presidente de la Stop the War Coalition. El señor Benn es demócrata de hueso colorado, pero no es socialista (por si se les ocurre después de leer esto) y resulta, al parecer, que es el segundo político más popular de la historia moderna de Inglaterra.

Güeno, ps sin más prefacios, va lo que dijo este señorón (la foto me la volé de Wikipedia, crédito a quien la haya subido originalmente), demócrata, pero republicano. Pongan atención:

"If you can find money to kill people, you can find money to help people. [...] And this idea of choice which capital talks about all the time, «you've got to have a choice»: choice depends on the freedom to choose. And if you're shackled with debt, you don't have a freedom to choose. [...] The people in debt become hopeless, and hopeless people don't vote. So they say everyone should vote, but I think if the poor in Britain or the United States turned out and voted for people representing their interests, there will be a real democratic revolution. So they [the powers that be] don't want it to happen. So [they're] keeping people hopeless and pesimistic. See, I think there are two ways in which people are controlled: first to frighten people, and secondly, demoralize them. An educated, healthy and confident nation is harder to govern. The top 1% of the world's population have 80% of the world's wealth. It's incredible that people put up with it, but they're poor, they're demoralized, they're frightened. And therefore they think perhaps the safest thing to do is take orders and hope for the best."

Esto lo subí, en cachitos muy pequeños, al Twatter (@ForfexSceleris), pero creo que se lee mejor en un solo golpe (bueno, entre comillas, al ratito le cambio el fondo al blog, porque le verdad, duelen los ojos de leer esta cosa) y estoy convencido de que vale muchísimo la pena. Hago la misma propuesta que lancé en Twatter: "¿Qué les parece si nos vovlemos una nación difícil de gobernar?" Pues empecemos por educarnos, camaradas. Por una República verdadera, nada de repúbicas bananeras. Sí, "repúbicas"; del español "república" y "pubis": especie de nación donde toda la política es un obsceno baile pélvico.

¿Qué podemos perder? ¿No que muy machos?

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Friday, May 20, 2011

El que sabe, sabe...

Pues resulta que estaba checando las noticias en Internecio y me topé con el movimiento español "¡Democracia real ya!", llamado 15-M (porque comenzó el 15 de mayo, duh), una bolototota de gachupines encabronados con el FMI, la corrupción, la crisis y sobre todo con la demoscracia (sí, "demoscracia", del griego δῆμος, "déèmos" [pueblo], más κράτος "krátos" [fuerza, en el sentido de "güevos", "dominio", "te parto tu madre"] y el español "mosca": dícese de la democracia de opinión, es decir, la fase decadente de la Democracia).

Y bueno, la verdad es que el 15-M es buen movimiento, semejante a lo que hacen aquí en México los de No + Sangre, Paz con Justicia y Dignidad o los harbanos del mundo árabe, que en los últimos meses han hecho sudar a los Poderes.

Sin embargo, como siempre, los reaccionarios salen a demostrar (sin que nadie se lo pida, eso sí: tienen vocación e iniciativa) lo bestias que son: un tal César Vidal salió a tachar a los 15-M de "perroflautas" y de tener vínculos con ETA. Incluso dijo que una rama juvenil de ETA los había entrenado en guerrilla urbana... Ahora resulta que las manifestaciones son una forma de guerrilla urbana. Bueno, peor nos las hemos visto con la deforma a la Ley de Seguridad Nacional, W.C. Belcebush y su Acta Patriótica, etc.

Sin embargo, no deja de llamar la atención el tarado que dijo semejantes soplapolleces (para mantener el tono español de este delicado asunto). Resulta que César Vidal es un periodista y "escritor" de cierta envergadura (no es albur, así se dice, bola de malpensados). Se supone que tiene Doctorados en Filosofía, Historia y Teología. Tiene programas de radio y es bastante activo en el sector político conservador de España (incluso lo señalan como "ideólogo" de la derecha española). Bueno, bueno, la cuestión es que este nombre ya me lo había yo topado (para mi desgracia) antes...

Resulta que en mi penúltimo semestre en la Licenciatura, elegí leer un libro de este amiguito (es un decir) porque me llamó la atención y era una de las opciones de lectura obligatoria de la materia (afortunadamente no había que leerlo a él a güevo, pero mi gusto me jugó una mala pasada): El médico del sultán. Me llamó la atención no por el puro nombre, sino porque tenía como protagonista a un tal Maimónides, alias Moshe ben Maymūn (משה בן מימן), alias, Rambam (רמב"ם), alias "Papá Maimónides", un filósofo cordobés judío (1135-1204 d.C.) que es considerado, a la fecha, como el rabino más grande en la historia de los judíos.

El punto es que soy un gran seguidor (pagano, por supuesto) de su pensamiento. Además, en la novela salía un tal Ṣalāḥu ad-Dīnu Yūsufun ʾibnu ʾayyūbi (صلاح الدين يوسف ابن أيوب), alias Saladino, pa' los cuates. Otro de los que considero un gran ejemplo como líder (militar sobre todo) junto con Λεωνίδας (Leónidas, hombre), Μέγας Ἀλέξανδρος (Alejando Magno, pues) y Činggis Xaan (no sé escribir en mongol, lo siento; chequen la imagen).

Así las cosas, elegí ese librucho (El médico del sultán) del susodicho César Vidal porque hablaba de dos personajes importantes en mi vida (Maimónides y Saladino) y, sinceramente, las credenciales del autor me impresionaron. El resultado de la lectura (y mi base para decir que César Vidal es un pendejo) fue el siguiente (disfrútenlo con leche):

"CÉSAR VIDAL, El médico del sultán, Grijalbo, México, 2005, 255 pp.

Quiero comenzar diciendo que no tengo nada contra la llamada “novela histórica”. Me parece que el término está mal empleado, pero no tengo problema alguno con este tipo de obras: cualquier texto bien hecho puede ser literario (es decir, arte) sin importar sus pretensiones. Aclaro para evitar parecer detractor de esta manifestación particular de literatura con lo que diré más abajo. Tener problemas con un autor o los seguidores de un género literario no significa tener problemas con el género completo.

El texto en cuestión es una muestra más de un texto pretendidamente literario que no pasa de ser un producto disfrazado de novela histórica para consumo de la masa. Antes de entrar bien en el texto todo suena muy bien: una novela histórica situada en el siglo XII siguiendo veinte años (de los 32 a los 52) en la vida del gran sabio y filósofo judio (según su nombre en árabe) ʾabū ʿimrānu Mūsà binu Maymūnu binu ʿubayd al-Lāhu al-Qurṭubī (أبو عمران موسى بن ميمون بن عبيد الله القرظبي), “Maimónides” (1135, Córdoba, España – 1204, Fustat, Egipto), escrita por un doctor en Filosofía, Teología e Historia que además es miembro de asociaciones como la American Society of Oriental Research y el Oriental Institute of Chicago tiene todo para ser una gran novela, ¿no? Pues no necesariamente y en este caso es todo lo contrario.

El texto está dividido en dos partes: “El libro de la sabiduría frágil” y “El libro de la sabiduría perpetua” con 25 capítulos el primero, 15 el segundo y algunos extractos directamente de la obra original de Maimónides intercalados al final de varios de los capítulos que funcionan a manera de epígrafes para el capítulo siguiente y para el núcleo narrativo siguiente. De cierta manera, los epígrafes sirven como hilo temático y van guiando la narración a veces de manera directa.

El texto nos presenta un narrador protagonista en la voz de Maimónides mismo con un tiempo (ya se dijo) de 20 años, pero presentado en zig-zag mediante el uso de analepsis (flash-backs, retrospectivas): la historia comienza en 1187, cuando Moisés tenía 52 años (hacia el final de su vida) y hay constantes regresiones a 1167 y subsiguientes, cuando tenía 32. Los espacios en que se desarrollan las acciones son principalmente dos: Fustat, Egipto y Jerusalén, Palestina.

El personaje principal es, como establecimos arriba, Maimónides con intervenciones de su hermano David Ibn Ubayd (sic, personaje secundario), Sara, su esposa, Zutte (secundario por un rato), y, muy especialmente, Saladino como principal personaje secundario. La trama es simple: cómo Maimónides, exiliado de Córdoba se estableció finalmente en Fustat y ahí comenzó a obtener fama y posición como médico hasta el grado de ser reclutado por Saladino mismo para acompañar en calidad de médico de guerra a la reconquista de Jerusalén. Hay pequeños guiños a la Mišneh Tōrah, obra maestra de Maimónides y que en este texto pasa a un segundo lugar ante el discurso judaizante.

En cuanto al discurso, éste es el tercer gran problema del texto (del primero y segundo hablaremos más abajo). La construcción del discurso está plagada de figuras patéticas (en el sentido puramente retórico del término) que buscan la inclinación del lector a una tesis tendenciosa y bastante choteada ya: el “Pobrecitos judíos, cómo han sufrido a manos de seres viles varios, especialmente los monstruosos árabes misóginos y represores, bestias furibundas destructores de todo lo no musulmán”. Esto se nota, principalmente, en las acciones de los islámicos del texto contra los judíos ahí aparecidos (maltratos infantiles, represión, etc.) y en el registro lingüístico utilizado tanto en las descripciones de los islámicos como en sus intervenciones discursivas (v. gr.: p. 184, donde se dice que la intención de Saladino era “aplastar y humillar”, -no le bastaba con derrotar, pues-; también en pp. 191, 192, 197-200, 210, 222 y muchísimos desde p. 40).

En cuanto a figuras retóricas, dentro de las que no apuntan al discurso patético, la mayoría son un montón de clichés amorosos o cosmológicos en forma de símil (p. 77) o como simple construcción de cursilería amorosa (pp. 96, 101, 135-137, etc., etc.). Las únicas dos metáforas realmente fuertes, realmente artísticas (pp. 50 y 106) son debilitadas hasta la destrucción al ser explicadas en aras de que el público masificado a quien va dirigido el texto no se molesten en esforzarse para comprenderlas. Finalmente, para dar una idea de verosimilitud y de indigenismo, el discurso está salpicado de arabismos y hebraísmos mal transliterados, otra vez, a favor de una mayor difusión. En conclusión, el discurso plasma una visión martírica del mundo judaísta ya vista con demasía en muchos otros lados.

El segundo gran problema del texto está al nivel de los personajes. Primero, nos presenta a un Maimónides infantilizado hasta la ridiculez, incapaz no sólo de comprender a una cultura prima (en el sentido de que judíos e islámicos son primos) a la suya, sino, peor aún, sin deseo alguno de comprenderla. Maimónides aparece como un personaje débil y pusilánime que está parado entre la barbarie con los sentidos embotados por tanta bestialidad sin atinar a hacer algo al respecto y sin poder entender lo sucedido. ¿Y la sabiduría tremenda y la formidable comprensión que ben Maymun tenía no sólo del ser, sino de ambas culturas, judaísmo e Islam? Por el otro lado encontramos a Saladino como otro personaje débil (en el mismo sentido que Rambam: que actúa por pasión, sin toma de conciencia alguna, como decía Todorov), pero frenético, avaricioso, sádico y sanguinario. ¿Dónde quedó el gran Saladino estratega del que Sūnzǐ hubiera estado orgullosísimo? ¿Y el gran líder piadoso Saladino de quien incluso la Iglesia medieval dijo ser increíble tanta sabiduría y misericordia en un alma infiel?

Podría argumentarse que, al ser un texto literario, no tiene por qué presentar al Maimónides o al Saladino reales, pero este es su primer gran problema: su pretensión de verdad. La “nota del autor” aparecida al final del texto y el curriculum del autor puesto como tarjeta de presentación del libro para apantallar y propiciar la compra del objeto (además de la denominación “novela histórica”) son lo que más lapida la obra misma. Poner a Maimónides como narrador protagonista fue el clavo final en el ataúd de este texto que nació muerto. Los epígrafes especialmente seleccionados serían un gran aporte a la literariedad del texto si no estuvieran descontextualizadas y utilizadas de manera tramposa para sustentar el discurso patético y casi gritarnos: “Maimónides dijo esto. Le caían mal los árabes y denunciaba sus monstruosidades.”

La historia del Islam es demasiado compleja como para encajarla a golpe y porrazo en prejuicios diciendo cómo todos los árabes (no islámicos, ojo, en el texto jamás hay distinción entre sunna, šīʿa, árabe, kurdo, almohade, almorávide, egipcio ni nada) son una bola de talibanes intolerantes... Un doctor orientalista lo sabría.

Este libro me hizo recordar aquella máxima que reza “no juzgues a un libro por su cubierta” y de hecho, la ha ampliado a “sus cubiertas (en plural) ni por sus solapas.” Al final, lo único que vale la pena son los extractos de la obra de Maimónides, pero sin tomar en cuenta el resto del texto. Me preguntaba, ¿será César Vidal un español resentido con los árabes como los mexicanos con los españoles? ¿Será judío? ¿Ambas? Hace poco me enteré de que no es judío..."

Y ya. Ahora que lo veo, la reseña no está tan profesional como debería, pero bueno... Tampoco es que el librajo diera para aplicar muchos conocimientos especializados.

Ésa es la calaña de César Vidal. Lo que dijo de los 15-M no fue un patín: de verdad así piensa.


Aliquandō rideō, iocor, ludō; home sum...

Friday, February 11, 2011

Tears of happiness...

Ay, Dioses... No puedo ni escribir bien de la emoción...

Me llegó por correo un Live gothic de Therion... AUTOGRAFIADO. Directamente de la Therion Store en Konungariket Sverige.

No sé si sea regalo de la Therion Society por ser Veteran Member o si alguien que me quiera mucho (no tengo idea quién pueda haber sido) me lo compró.

De cualquier manera...

GRACIAS DIOSES.

Y GRACIAS, en caso de que lo haya, a quien haya invertido sus centavitos en este magnífico regalo.