Sí. Hoy conocí Ciudad Universitaria por dentro y en persona. A causa de un trabajo monográfico fue necesario el traslado a la Biblioteca Central para juntar referencias. De modo que armado de mucha agua potable y algo de comida, emprendí el largo viaje desde el feudo de Izcallibur hasta CU.
Debo decir que me pareció majestuoso. Lo que pude ver me gustó mucho. El transporte interno de la Universidad funciona bien, las áreas verdes decorativas están bien cuidadas (me refiero a la explanada que está afuera de la Biblioteca: la que tiene cuadritos de pasto en el suelo) y caminar por las instalaciones es verdad lo hace a uno sentirse raro.
Lo malo, porque siempre tiene que haber algo malo entre lo bueno, es la gente, para no variar. Es increíble como a pesar de estar en contacto con la cultura, de laborar estudiar o estar dentro de la llamada Máxima Casa de Estudios no les permite mostrar aunque sea un poquito de urbanidad a los miserables ignaros que pululan por todas partes. ¿Es necesario embutirse a güevo en un autobús incluso cuando ya no cabe un alfiler, a pesar de que vendrán más autobuses después? Porque todavía dijera uno: "es que es el último autobús porque es tardísimo en la noche" o "los parabuses están ubicados a rayo de sol y eso es insoportable, así que me voy en el primero que pase sin importar su llenura". Mierda. Los parabuses tienen todos su buen techo para esperar sin tostarse demasiado e, incluso, hay unos que tienen dónde sentarse. ¿Por qué, entonces, afear cosas tan padres con la incivilidad?
Y luego la Biblioteca... Dioses. Es tan triste ver lo mermado que está el acervo despúes de la condenada huelga. Urge reestablecer esos textos perdidos (como hallarlos está canijo, propongo comprarlos de nuevo), modernizar el sistema y asegurarnos de que los fondos lleguen a su destino y que se consiga el material (es decir, exigir cuentas). Como quien dice, hay que participar activamente, lo que urge, no sólo en CU, sino en la vida política mexicana en general. Nomás que, por mucho que busqué, no encontré la liga para informarse por la red acerca de las cooperaciones que pide la Biblioteca Central para lo que acabo de mencionar. Parace que es necesario ir personalmente a ver qué diablos.
Cierto es que los autobuses de las rutas 1 y 5 son insuficientes, que hace falta actualizar y alimentar la Biblioteca, que el personal de Filológicas es una pesadilla burocrática (según me cuentan) y demás... Pero hay que hacer algo al respecto. ¿Propuestas? Se aceptan las más posibles. "Aquí nos toco vivir". Sí, pero hago un llamado desde mi pinchurrienta tribuna para hacer lo que decía Baden Powell: "dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos". Como que no le estamos haciendo mucho caso...
Ah, por cierto, ya abrí mi blog "Quod licet rei non licet verbo" en http://www.carrilleros.com para reflexiones más profundas filosóficas y de un bizantinismo marca diablo. A quien corresponda.