Quiero empezar esta ocasión por avisar que no entiendo por "demócrata" o "republicano" las estupideces que entienden los politiqueros gringachos. Entiendo, por "demócrata", alguien que cree y tiene confianza en la Democracia. Punto. Es simplista, pero no entraré en discusiones para acotar la definición en este momento. Cierto, no todo el que dice "Viva la democracia" es demócrata: la democracia toma MUCHÍSIMO trabajo y lo que tenemos en México es pura demoscracia (ver post anterior), democracia de opinión, la fase decadente de la Democracia... ¿Ven? Ya me estoy saliendo del tema otra vez. Éste no es el punto ahora.
Regresando al asunto, entiendo por "republicano" a un ciudadano responsable, lo suficientemente educado como para dejar su vida privada en casa y trabajar y defender su vida pública (su vida de Estado, su vida política) sin mezclar una con otra. De nuevo, el concepto es más complejo, pero funciona bajo la lógica del civismo desde cosas tan burdas o triviales como no cruzar un semáforo en rojo, no tomar el autobús donde no hay paradero, pagar impuestos (a regañadientes cuando el poder no se lo merece) pero criticar y hacer cagada al robierno y cositas por el estilo. Sí, dije "robierno" del español "robar" y "gobierno". Adivinen qué significa.
Así pues, mi ideología política es el republicanismo, pero no soy demócrata. No estoy de acuerdo con la idea de la democracia por razones que merecen otro post en este blog, pero que no discutiré ahora. Baste con saber que soy republicano y aristocracista, pero entendiendo la aristocracia no como "nobleza", "heredad", "jet-set" o "elitismo", sino como algo alcanzable (por cualquiera) mediante la razón, la educación, el civismo, el pensamiento crítico (y autocrítico) y teniendo güevos.
El punto es que no soy demócrata (ni socialista). Fin de la cuestión. Sin embargo, me encanta el diálogo con seguidores de todas las posturas políticas. Como terrorista intelectual que soy, veo el conocimiento como una verdadera batalla donde hay que obtener experiencia y buscar quién le pruebe a uno que se equivoca. Sólo así se puede alcanzar un nivel real de conocimiento objetivo y aplicable. Sí, pues, soy dialéctico también. Ni modo.
A lo que voy es que, viendo la película Sicko (Michael Moore,
2007) por enésima vez, por fin me di a la tarea de transcribir algo que dijo ahí Tony Benn, exministro inglés y presidente de la Stop the War Coalition. El señor Benn es demócrata de hueso colorado, pero no es socialista (por si se les ocurre después de leer esto) y resulta, al parecer, que es el segundo político más popular de la historia moderna de Inglaterra.
Güeno, ps sin más prefacios, va lo que dijo este señorón (la foto me la volé de Wikipedia, crédito a quien la haya subido originalmente), demócrata, pero republicano. Pongan atención:
"If you can find money to kill people, you can find money to help people. [...] And this idea of choice which capital talks about all the time, «you've got to have a choice»: choice depends on the freedom to choose. And if you're shackled with debt, you don't have a freedom to choose. [...] The people in debt become hopeless, and hopeless people don't vote. So they say everyone should vote, but I think if the poor in Britain or the United States turned out and voted for people representing their interests, there will be a real democratic revolution. So they [the powers that be] don't want it to happen. So [they're] keeping people hopeless and pesimistic. See, I think there are two ways in which people are controlled: first to frighten people, and secondly, demoralize them. An educated, healthy and confident nation is harder to govern. The top 1% of the world's population have 80% of the world's wealth. It's incredible that people put up with it, but they're poor, they're demoralized, they're frightened. And therefore they think perhaps the safest thing to do is take orders and hope for the best."
Esto lo subí, en cachitos muy pequeños, al Twatter (@ForfexSceleris), pero creo que se lee mejor en un solo golpe (bueno, entre comillas, al ratito le cambio el fondo al blog, porque le verdad, duelen los ojos de leer esta cosa) y estoy convencido de que vale muchísimo la pena. Hago la misma propuesta que lancé en Twatter: "¿Qué les parece si nos vovlemos una nación difícil de gobernar?" Pues empecemos por educarnos, camaradas. Por una República verdadera, nada de repúbicas bananeras. Sí, "repúbicas"; del español "república" y "pubis": especie de nación donde toda la política es un obsceno baile pélvico.
¿Qué podemos perder? ¿No que muy machos?
Aliquandō rideō, iocor, ludō; home sum...
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